Un largo camino de convivencia con Cristina, donde no faltarán diferencias

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Dicen cerca del ahora electo presidente, Alberto Fernández, que una de las razones centrales para la buena convivencia que mostró durante la campaña con su compañera de fórmula, la ahora electa vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, fue que evitó las definiciones directas para diferenciarse solo en el lenguaje gestual.

Este lenguaje incluyó mostrarse siempre con sus más cercanos colaboradores, negociar con los que estaban distanciados de la ex presidenta -entre ellos Sergio Massa, los gobernadores peronistas o Florencio Randazzo- o dejar trascender un gabinete con pocos leales a Cristina, como el camporista Wado de Pedro.

Pero esas mismas fuentes también admiten que el futuro presidente de los argentinos reconoce el gesto de Cristina, al proponerlo como candidato y darle la posibilidad de llegar a un lugar donde -sin ese apoyo- nunca hubiera llegado. Y que en lo íntimo, el está agradecido con la actual senadora y no va a provocar ninguna situación que derive en un enfrentamiento entre ellos. Como el que sostuvieron entre el año 2008, cuando renunció como jefe de Gabinete en la primera presidencia de Cristina Kirchner, hasta el año pasado. Fue aquí donde iniciaron un acercamiento, primero personal y luego político.

Conviene recordar que la pelea entre ambos se inició después del largo conflicto entre el gobierno kirchnerista y las organizaciones rurales por la aplicación de la resolución 125 que incrementó las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Esta pelea se extendió por 129 días, desde el 11 de marzo de 2008 hasta el 18 de julio.

Culminó con la derrota del Gobierno en el Senado y la renuncia de Alberto Fernández como ministro coordinador, cargo que ejercía desde la presidencia de Néstor Kirchner. Desde entonces, Fernández fue muy crítico con Cristina.

Durante la campaña electoral de este año, en Facebook se difundió un video en el que se ven distintos fragmentos de entrevistas de Alberto Fernández, en los que cuestiona al gobierno de su compañera de fórmula, la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner.

La pieza está conformada por una compilación de entrevistas de Alberto Fernández de 2015 y 2016 -la mayoría durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Un gobierno que renegaba de la política fashion, ¿cómo puso a Boudou de vicepresidente?, ¿cómo hizo eso? Un gobierno que decía que era necesario poner fin a la corrupción menemista, ¿cómo explica a López?” (por José López, ex secretario de Obras Públicas) decía en una de las entrevistas.

Encontrar esas diferencias entre ambos fue el tema editorial de muchos que escribieron en la campaña electoral

Pero Alberto Fernández y Cristina Kirchner hoy son una sociedad ganadora. Y es difícil que, por ahora, manifiesten otra diferencia que no sea gestual. Como decía Oscar Wilde, “la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella”.

 

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