María Gondell: soprano y docente de excelencia

Puede decirse de ella que vivió cantando, porque nació en una familia de músicos y, con los años y tras una brillante carrera lírica, se dedicó a enseñar canto hasta pocos días antes de fallecer

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Siempre destacaba en sus reportajes que desde niña sabía leer música, tocar el piano y cantar afinadamente; por eso, su vida fue como un canto que ella interpretó con la más cálida naturalidad sin pensar jamás que ya de joven se transformaría en una de las principales sopranos del continente.

A la notable tonalidad de su voz unía una magnífica interpretación artística de cada personaje que encarnó en las numerosas óperas en las que cantó en las principales salas de nuestro país, Francia y Argentina, atributo que la crítica especializada supo advertir tempranamente.

María Gondell había nacido en 1934 en la ciudad de Concepción del Uruguay; era hija de José Gondell, músico y de Rosita Garibaldi, docente y también especializada en música.

La pequeña Mary era requerida siempre para cantar en los actos escolares y en ceremonias y festividades que realizaban algunas instituciones; conforme fue avanzando en la escuela primaria, fue perfeccionando de manera autodidacta las modulaciones de su voz. Cuando terminó el secundario se mudó a nuestra ciudad para estudiar canto en la por entonces Escuela Superior de Bellas Artes.

En esa época, el ingreso a esa casa de estudio se concretaba tras aprobarse un examen, rigurosa prueba en la que la joven obtuvo la máxima calificación, causando un emocionado asombro entre las docentes.

Durante sus estudios en Bellas Artes tuvo a destacados docentes que pulieron sus innatas cualidades vocalistas, pero la profesora Carmela Giuliano fue quien la fue guiando a lo largo de su carrera, apoyándola para que su voz le posibilitara cosechar todos los logros que la estaban esperando.

Egresó como profesora superior de canto con excelentes calificaciones, lo que a su vez le permitió obtener la beca de perfeccionamiento otorgada por el Fondo Nacional de las Artes. Se especializó en los repertorios francés con Jacqueline Ibels y en el alemán con Guillermo Opitz.

Fue patrocinada por el gobierno francés para realizar estudios de perfeccionamiento de canto en París y grabó en la Radio y Televisión Francesa (ORTEF), ofreciendo conciertos de canto en la Maison de l’Allemagne en la Cité des Arts de París.

En 1971 grabó el disco “Canciones para Don Quijote”, inspirado en la obra de Cervantes. En 1981 registró la banda sonora de la película “El hombre del subsuelo”, basada en el libro homónimo de Dostoiewsky. En 1986 fue invitada por el Instituto de Cooperación Latinoamericana de Venezuela y por la Embajada de España para presentarse junto a la pianista Susana Frangi en el Teatro Ateneo de Caracas, en un homenaje a García Lorca.

A partir de ese momento su carrera se proyectó con un fuerte impulso.

En el Teatro Argentino de nuestra ciudad cantó en las óperas “La Flauta Mágica” de Mozart, “Carmen” de Bizet, “La serva padrona” de Pergolesi, “Le Astuzie Femminile” de Cimarosa, “Orfeo y Eurídice” de Gluck y “Orfeo” de Monteverdi, entre otras.

Especialmente invitada por el Mozarteum Argentino, realizó varias presentaciones en salas como las de los teatros Odeón, Astengo y El Círculo de Rosario y el Teatro Auditorio de Mar del Plata.

Entre 1965 y 1976 cantó como solista la Cantoría Ars Nova de La Plata, dirigida por el maestro Raúl Carpinetti. Desde comienzos de 1977 y hasta fines de 1980 fue la estrella del espectáculo “De cuplés y cupletistas”, que tuvo un enorme éxito en el barrio porteño de San Telmo.

Integró el Cuarteto Vocal de Cámara de La Plata conjuntamente con la contralto Silvia Scollo, el tenor Antonio Bugallo y su marido el barítono Lino Bugallo. También fue miembro del cuarteto la mezzosoprano Estela Catalá.

Realizó más de 400 conciertos de cámara y oratorios en La Plata y en diversas ciudades de la Argentina.

Posteriormente, se presentó en 1991, 1992 y 1993 en el Salón Dorado del Teatro Colón de Buenos Aires, bajo la dirección de Susana Frangi, con la Orquesta de Cámara del máximo coliseo de nuestro país.

Como docente se inició en 1979 enseñando Técnica Vocal en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP y Canto en el Conservatorio Gilardo Gilardi de La Plata, en donde dictó clases hasta un mes antes de fallecer en nuestra ciudad el 29 de junio de 2017.

 

 

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