Contra la justicia patriarcal

Con prólogo de Margaret Atwood, la periodista aborda el caso de la joven tucumana que fue condenada a 8 años de prisión tras sufrir un aborto espontáneo

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En el libro “Somos Belén” la periodista argentina Ana Correa narra la historia de la joven tucumana que fue condenada a prisión luego de tener un aborto espontáneo en un hospital público, y el entramado patriarcal que se halla enquistado a la hora de impartir justicia.

Con prólogo de Margaret Atwood, Correa aborda así un caso que estremeció al país en su momento y cuya presentación estuvo acompañada días atrás por el presidente electo Alberto Fernández.

“Para ponerme en el lugar de Belén tenía que recorrer los lugares y las situaciones por las que atravesó -detalla la autora-. Fui al hospital a la misma hora que ella había ido cuando fue a atenderse por un dolor abdominal que tanto ella como los médicos que la atendieron asociaron con un problema digestivo y no con un embarazo. Me llamó mucho la atención algo que no había leído en ninguna nota: el hospital queda frente a la cárcel más grande de varones de Tucumán. Llegar de noche a ese hospital te quita el aire. Tal vez por esa circunstancia quienes te reciben en el hospital son policías. Hay más policías que enfermeras o enfermeros. Nadie puede imaginar cuando llega ahí que una mujer quiera ir a provocarse un aborto en un sitio rodeado de policías y frente a una cárcel inmensa”

A través de un relato muy bien documentado, pero a la vez fresco y emotivo, Correa narra el padecimiento de la joven y de su familia, la deplorable actuación de la Justicia, y la solidaridad que generó el caso a nivel mundial, la intervención de Amnesty Internacional y las Naciones Unidas.

“Para ponerme en el lugar de Belén tenía que recorrer los lugares y las situaciones por las que atravesó”

Detalló la autora del libro

 

El libro rescata así el testimonio de Belén -nombre ficticio elegido para preservar su identidad- y el rol de la abogada Soledad Deza, que logró que el caso sea revisado y la joven recupere su libertad luego de dos años y cinco meses de prisión.

“Belén estuvo presa por un delito que no cometió -dice Correa-. El abogado que primero contrató la familia había cometido un delito grave y fue condenado pero nunca pisó ni pisará la cárcel. La primera abogada defensora oficial mintió para culpabilizar a su defendida. Los jueces no chequearon que ni una sola persona que conocía a Belén estaba al tanto de que estaba embarazada. Como dijo Belén en una de sus notas: todos ellos siguen en sus despachos tomando café. Belén perdió tres años de su vida, tuvo que irse de la provincia y hoy le cuesta conseguir un trabajo que no sea informal. Está todo dado vuelta, pero no debería ser así”.

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