Menor y madre a la Justicia por amenaza de bomba a colegio

La amenaza de bomba ocurrió el pasado 6 de noviembre en la EPB Nº 32, sita en calle 844 entre 894 y 895, de San Francisco Solano

Personal del Gabinete Técnico Operativo (GTO) de la seccional Quilmes 4ª (San Francisco Solano), al mando del comisario Ricardo Ruiz, con la colaboración del grupo GAD para irrumpir en las viviendas, efectivos de otras comisarías, Policía Local, personal de Explosivos, Defensa Civil y la Guardia Urbana aportados por la Secretaria de Seguridad de Quilmes efectúa tres órdenes de allanamiento en el marco de una investigación caratulada intimidación pública (amenaza de bomba) a la Escuela Primaria Básica Nº 32, con intervención de la UFIJ Nº 21, procedió al secuestro de aparatos de telefonía celular, documentación varia, quedando una mujer de 44 años y un masculino menor (15) a disposición de la Justicia.

La amenaza de bomba ocurrió el pasado 6 de noviembre en la EPB Nº 32, sita en calle 844 entre 894 y 895, de San Francisco Solano. En ese momento, hubo varios llamados al call center 911 que daban cuenta de la existencia de aparatos explosivos en la mencionada edificación escolar, debiendo desplegarse el protocolo de evacuación correspondiente cercando el perímetro, tanto con personal de Bomberos como policial, hasta la llegada de los idóneos de la División de Explosivos, quienes presentes en el lugar, realizaron su labor sin hallar ningún artefacto explosivo.

En ese contexto, numerarios del Gabinete de la comisaría 4ª, con colaboración de Emergencias 911 y la División de Inteligencia Criminal de esta Policía, llegaron a concretar la ubicación de los abonados telefónicos de donde se realizaron los llamados, como también ubicar tres domicilios en relación con las actuaciones.
Con las pruebas colectadas se solicitaron las órdenes de allanamiento para los inmuebles, que fueron concretados en las últimas horas, obteniendo un resultado ampliamente positivo, ya que se pudo certificar fehacientemente que desde los domicilios se realizó el llamado amenazante sobre la presencia de un artefacto explosivo en la entidad escolar.
A raíz de esto, quedaron a disposición del Juzgado los causantes, una mujer de 44 años y su hijo de 15. Es dable destacar que del resultado de los allanamiento no se halló ningún artefacto explosivo ni material para su realización, tratándose de una mera amenaza telefónica, pero que hasta el final se tuvo que tratar con la seriedad que esta clase de amenazas se merece.

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