Alberto Presidente: un llamado a la unidad y la lucha contra la pobreza

Alberto Fernández juró como presidente con el desafío de “poner de pie” al país y proteger “a los más débiles”. También hizo un llamado a la unidad nacional y pidió “superar el muro del rencor” producto de la polarización política de los últimos tiempos.

En un discurso ante el pleno de la Asamblea Legislativa -copada de peronistas y kirchneristas- enumeró varias de sus metas, como el combate al hambre y el impulso a reformas en los cuestionados sistemas de Justicia e Inteligencia para poner fin a las “persecuciones’’.

El dirigente peronista asumió tras prestar juramento con la mano sobre la Biblia. Luego hizo lo propio la ex mandataria Cristina Kirchner, como vicepresidenta.

Fernández, de 60 años y que quizás meses atrás ni se hubiese imaginado estar en este lugar, explicó que su objetivo es alcanzar “el desarrollo con justicia social’’, para lo cual descartó las políticas de ajuste de su antecesor, que a su entender llevaron al país a este estado de fragilidad. Fue justo Mauricio Macri quien le entregó los atributos presidenciales en el Congreso a un Alberto emocionado, acto que terminó con un fuerte abrazo entre ambos similar al de Luján el pasado domingo. No tuvo mejor suerte el ex mandatario en el saludo con Cristina, quien le giró la cara al estrecharle la mano, mientras que desde el recinto y los balcones entonaban la marcha peronista.

En el complicado contexto de deuda existente, el flamante jefe de Estado indicó que su gobierno buscará una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario Internacional y otros acreedores. Acotó que se va a encarar el pago de deuda, pero advirtió: “Para poder pagar hay que crecer primero’’. La titular del FMI, Kristalina Georgieva, felicitó a Alberto y manifestó su disposición a colaborar.

Gracias a todos y a todas por el apoyo y los mensajes de cariño. Empieza una nueva etapa y tenemos el desafío de poner a nuestra querida Argentina nuevamente de pie. Sé que cuento con ustedes. Cuenten conmigo.

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— Alberto Fernández (@alferdez) 10 de diciembre de 2019

Para diferenciarse de la imagen de corrupción que ha salpicado la gestión de la ex mandataria, adelantó que impulsará la “absoluta transparencia de los recursos destinado a la obra pública’’. La influencia de la ex presidenta es uno de los grandes interrogantes que despierta la nueva administración.

El mandatario también anticipó que enviará un proyecto al Congreso para reformar la Justicia y evitar así “las persecuciones promovidas por el poder político” y derogará un decreto firmado por Macri en 2016 que dispone que el presupuesto de la Agencia Federal de Inteligencia es secreto, además de anunciar la intervención del organismo.

Después del mediodía, Alberto volvió a entrar a la Casa Rosada pero como Presidente, acompañado por su mujer Fabiola Yáñez y su hijo Estanislao.

Tras un almuerzo familiar, el mandatario recibió y saludó a cada uno de los representantes extranjeros, para más tarde tomarle juramento a sus ministros y saludar a los miles de militantes que fueron a la Plaza.

Cristina en el micrófono

Tras el cierre del festival musical, Alberto apareció en el escenario principal junto a Cristina, quien tomó el micrófono por primera vez en la jornada, ya como Vicepresidenta. “Fueron 4 años muy duros, también para quienes fueron objeto de persecución”, aseguró y denunció al gobierno de Macri: “Querían que desapareciéramos como seres humanos a través de la humillación y de la persecución”.

Además aseguró que la tarea que deberá afrontar Alberto es “muy dura” porque “dejaron un país devastado, tierra arrasada”. Antes, remarcó que vuelve a estar ahí (en la Rosada) por su gestión anterior. “No fue magia”, remató.

Mientras, como en el Congreso, Fernández volvió a embestir contra la Justicia y a advertir a los medios: “En la Argentina que se viene se terminaron los operadores judiciales, los jueces que se prestan a esas operaciones y los linchamientos mediáticos que todos los días soportamos”, afirmó.

En el mensaje que brindó ante la multitud reunida en Plaza de Mayo, el mandatario abogó por garantizar un “sistema judicial que no nos avergüenza” y que no “utilice la prisión preventiva para amedrentar opositores”.

Mientras, destacó la unidad en el peronismo y aseguró: “Volvimos y seremos mejores para poner a la Argentina de pie”.

El final de jornada lo encontró a Alberto Fernández durmiendo en la quinta de Olivos.

Hoy ya lo espera una larga e intensa tarea...