VIDEO.- Comercios céntricos asolados por una “bandita” de menores, armados y violentos
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2019 | 02:43

Se los suele ver merodear la zona de la estación de Trenes y de ahí “bajar” hacia plaza San Martín por diagonal 80. A veces se mueven en grupos de cuatro, tres o dos personas, pero nunca se los ve caminar solos. Ninguno de ellos supera los 17 años y esto no es un simple dato: usan esa situación a su favor cada vez que son aprehendidos por la Policía.
Es que, desde hace algunos meses, se dedican a robar en forma constante a los comercios y peatones que se cruzan en su camino. Ese es el cuadro que pintan comerciantes y vecinos en un área de dos cuadras, que comienza en 3 y 46 y culmina en 3 y diagonal 77.
Para más datos: ayer al mediodía protagonizaron en una farmacia un nuevo hecho delictivo, por demás violento, que se suma a otros anteriores, según denunciaron.
La situación es tan grave para los damnificados que una de las panaderías atacadas decidió cerrar por la tarde. “Es para evitar que les vuelvan a robar, porque la última vez le apoyaron un cuchillo en la panza a una de las chicas”, aseguró Germán, dueño de una cerrajería de 3 entre 46 y 47 que también padeció a la bandita de menores.
“NO LES IMPORTA NADA”
Ayer al mediodía, apenas unos minutos después de las 12, María (dueña de la “Farmacia Internacional”, situada en 3 entre 47 y 48) y una empleada atendían a una cliente. La propietaria estaba en el fondo del local. Por eso, no vio cuando dos adolescentes ingresaron y se quedaron parados detrás de la mujer.
“Dame algo para el dolor de muelas”, le pidieron a la vendedora. En ese mismo instante María regresaba al mostrador y llegó a escuchar la solicitud. Enseguida se le formó una imagen en su mente de 15 atrás, cuando el mismo chico entró, dijo esa misma frase, luego sacó un cuchillo y todo terminó en un atraco.
Por su parte, el ladrón pareció no reconocerla y le preguntó por “el chico”. “Acá trabajamos dos mujeres nada más. Igual, le contesté que lo iba a buscar y ahí aproveché para llamar a todo el mundo y avisar que me iban a robar”, le contó María a este diario. Con su respuesta creyó que había logrado confundirlo, pero los sujetos tenían la decisión tomada.
Uno de ellos -el que habló- sacó un revólver y comenzó a golpear el blíndex mientras gritaba “¡las cago de un tiro a cada una!” Aterrorizadas, mas rápidas de reflejos, las tres mujeres se fueron hacia el sector trasero del negocio en busca de una posibilidad de escape. Del otro lado, los dos asaltantes comenzaron a trepar el vidrio y la reja colocada sobre el mostrador que llega hasta el techo, siempre amenazando de muerte a sus víctimas. “Nos trepamos por una pared y fuimos por el techo hasta un edificio que da a 47. Ahí, nos tiramos al patio como pudimos”, explicó la farmacéutica. En sus brazos lastimados quedó la prueba de la frenética huida. Según refirió, en todo momento fueron perseguidas por los dos delincuentes, que rompieron todo a su paso. Se alzaron con todo el dinero de la caja registradora, que hicieron añicos contra el piso, y también sustrajeron psicotrópicos. No obstante, según indicó la damnificada, a uno de los chicos lo capturaron entre “conocidos de otros comercios” que “ya los conocen”.
En el episodio anterior, María forcejeó con uno de los atacantes hasta que éste amenazó a una clienta de 90 años y debió ceder.
“ROBAN A CUALQUIER HORA DEL DÍA”
En el Hotel Acuarios tampoco se salvaron de la bandita. Allí entraron en más de una oportunidad tras vulnerar la puerta principal con barretas. Conforme señaló Bianca, una de las empleadas, “se meten a cualquier hora y como son muchos corren por el interior y manotean lo que pueden”. Esos atracos tipo “piraña” se repiten en las panaderías cercanas, una emplazada en 3 esquina diagonal 80 y la otra diagonal 77 entre 3 y 48. En esta última “le pegaron feo a una de las chicas que atiende”, aseguraron los vecinos.
Germán, de la Cerrajería Suiza (3, 46 y 47), aseveró que “a mi me afanaron hace tres meses atrás, la Policía los agarró adentro”. Fue a las 14.30. “Aprovecharon que yo corto para comer, barretearon la puerta y me sacaron herramientas y 500 pesos que tenía de cambio”, explicó.
Por otro lado, señalan a un “trapito” que trabaja en la cuadra como cómplice arguyendo que se lo ve “haciendo de campana” durante los robos.
El sábado, personal de la Comisaría Segunda detuvo a un sujeto de 43 años, de nacionalidad brasileña, luego de robarle el celular a una joven de 21 años que transitaba por 2 y 47. Al ver a los uniformados el hombre intentó huir, pero fue interceptado en 2 y 37.
Señalan a un trapito de la zona como “cómplice” de la banda. “Hace de campana”, afirman
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE