A 40 años de la revolución en Irán

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Marina Villén

Desde el triunfo de la Revolución Islámica en febrero de 1979, hace ahora 40 años, Irán ha mantenido una política exterior controvertida y sus relaciones con muchos países, tanto occidentales como regionales, han sido conflictivas.

El suceso que marcó el inicio de este deterioro de las relaciones internacionales fue el asalto a la Embajada de Estados Unidos en Teherán en noviembre de 1979 y la toma como rehenes de 52 funcionarios estadounidenses. Washington rompió sus lazos diplomáticos con Teherán, una decisión que sigue vigente a día de hoy y que no tiene visos de cambiar a corto plazo debido al auge de la retórica hostil recíproca desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Menos de un año después de la toma de la embajada, el régimen iraquí del ya fallecido dictador Sadam Husein invadió Irán, declarando una guerra que se prolongó hasta 1988 sin que ningún bando resultara vencedor.

El Gobierno iraní sigue denunciando el silencio de la comunidad internacional ante el ataque de Irak y ante el uso de armas químicas por parte del régimen de Sadam, justificando en parte su desarrollo armamentístico en la necesidad de defenderse en un caso similar.

Según el investigador iraní Ardeshir Pashang, experto en política exterior y Oriente Medio, el ataque de Irak a Irán se enmarcó en “el miedo que sentían los países regionales de verse contagiados por la revolución”.

Junto al lema “ni Oriente ni Occidente, República Islámica”, otro de los pilares de la política exterior iraní era “la exportación de la Revolución Islámica”, por lo que era “natural que Irán se viera sometido a la presión de otros países”, dijo a Efe Pashang, analista del Centro de Estudios Estratégicos de Oriente Medio de Teherán.

En la región, el principal rival de la potencia chií es Arabia Saudí, ya que mantienen desde 1979 un pulso por la supremacía en Oriente Medio y, desde enero de 2016, las relaciones diplomáticas están cortadas.

El otro gran adversario es Israel. Grandes aliados durante la época del Shah Mohamad Reza Pahlaví, el régimen de los ayatolás rompió lazos con Tel Aviv, que a su vez ha atacado objetivos iraníes en Siria en los últimos años preocupado por la presencia militar de Irán y por su apoyo al grupo chií libanés Hezbolá. (EFE)

 

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