La historia del sobreviviente que desafió al atacante y evitó más muertes en las mezquitas
| 16 de Marzo de 2019 | 14:21

El nombre de Abdul Aziz se convirtió en las últimas horas en uno de los temas más comentados y replicados en una Nueva Zelanda aún convulsionada por la masacre que desató un hombre en dos mezquitas.
Es que además de ser un sobreviviente, el hombre es considerado un héroe en su país debido a las temerarias acciones que realizó para llamar la atención del terrorista y de ese modo evitar más muertes.
Según contó a los medios de prensa de su país, mientras el hombre armado avanzaba hacia la segunda mezquita, matando a disparos a quienes estaban a su paso, Abdul Aziz no se escondió.
En lugar de eso, le arrojó lo primero que pudo encontrar, una máquina para cobros con tarjetas de crédito. Salió corriendo y le gritó "íVen aquí!".
Aziz ha sido calificado de héroe por prevenir que hubiera más muertes durante las oraciones del viernes en la mezquita de Linwood en Christchurch, después de haber atraer al atacante a una persecución tipo gato y ratón, antes de hacer que se alejara a toda velocidad en su auto.
Sin embargo, Aziz, de 48 años, cuyos cuatro hijos y decenas de personas estaban en la mezquita al momento del ataque, no cree que sea un héroe. Dice que eso es lo que cualquiera habría hecho
Latef Alabi, el imán en funciones de la mezquita de Linwood, dijo que el número de muertos habría sido mucho mayor en su mezquita si no hubiera sido por Aziz.
Alabi dijo que escuchó una voz fuera de la mezquita alrededor de la 1:55 p.m., cuando detuvo la oración que estaba guiando y se asomó por la ventana. Vio a un hombre con ropa negra de estilo militar y un casco, empuñando un arma grande, y supuso que era un policía. Luego vio dos cadáveres y oyó al terrorista gritando vulgaridades.
"Me di cuenta de que esto era algo distinto. Este es un asesino", aseguró.
Le gritó a la congregación de más de 80 personas que se agacharan. Dudaron. Se oyó un disparo, una ventana se rompió y un cadáver cayó, con lo que la gente empezó a darse cuenta de que todo era real.
"Entonces vino este hermano. Fue tras él, y se las arregló para dominarlo, y así fue como nos salvamos", dijo Alabi, refiriéndose a Aziz. "De lo contrario, si hubiera podido entrar en la mezquita, probablemente nos habría matado a todos"`.
Aziz dijo que mientras corría afuera gritando, trató de distraer al atacante. Dijo que el sospechoso de la masacre corrió a su auto para tomar otra arma, y Aziz le arrojó la máquina de tarjetas de crédito.
El atacante regresó, disparando. Aziz dijo que corrió, serpenteando los autos estacionados frente a la entrada, lo que impidió que el atacante le hiciera un disparo certero.
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