A un mes del fallecimiento de Lucas Lin, su familia sigue en la búsqueda de respuestas

Se realizó una misa en “San Ponciano” y un acto frente a la escuela. Hoy declara una profesora imputada por la tragedia

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Pasaron 30 días desde que Lucas Kevin Lin (5) fuera hallado flotando, ya sin vida, en una pileta de la colonia de vacaciones del Colegio Lincoln. Para la familia del pequeño se trató de un mes muy largo, cargado de angustia, en el que marcharon y se manifestaron en reiteradas oportunidades con un único pedido: justicia por la muerte y prisión para los responsables.

En ese sentido, la semana pasada y ésta -que “comenzó” recién hoy por los feriados de carnaval- serán clave para el avance de la causa judicial. El viernes último Martín Argüelles, el guardavidas que estaba presente en el predio, fue indagado por la fiscal María Cecilia Corfield por el delito de “abandono de persona seguido de muerte”, pero se negó a declarar.

Por los mismos cargos, hoy indagarán a la encargada del grupo de Lucas, Carolina Muro. En tanto, el jueves, Marcos Echanis (afronta el cargo de homicidio culposo), el coordinador de las actividades que desarrollaban los nenes, se desligó de responsabilidades.

En su testimonial explicó que “no era de su competencia” el control de los niños y que tampoco podía “darles órdenes a los profesores que estaban con los grupos”.

Por otra parte, allegados y familiares de Lucas se quejaron porque entienden que desde el establecimiento educativo buscan “embarrar la cancha”, al tiempo que señalaron que, por ese motivo, “la relación está rota”.

El 26 de febrero se realizó la última marcha, que partió desde el supermercado “Don José”, propiedad de los Lin, de 46 entre 3 y 4 y terminó en 41 entre 6 y 7, donde funciona una de las sedes del centro educativo.

Misa, velas y dolor

En tanto, ayer, desde las 19, se llevó a cabo una misa en la “Basílica San Ponciano”, en diagonal 80 y 5, a la que asistieron unas 50 personas. El rito, con una significativa carga emotiva, se extendió por aproximadamente 40 minutos.

Una vez culminada la celebración de la eucaristía, amigos de la familia, junto a un grupo de padres de compañeritos de Lucas, partieron hacia el Colegio en una caravana de vehículos empapelados con fotografías del chico fallecido.

Cerca de las 20.10 arribaron a los bocinazos e interrumpieron el tránsito en 6 y 41.

Luego se reunieron en la puerta del edificio y cada uno prendió una vela para posarla sobre el ventanal de la sede escolar donde esta mañana se inician las clases.

Min, el papá de Lucas, agradeció “de corazón” a quienes habían asistido a esa suerte de procesión y manifestó sentirse “gratamente sorprendido” con la solidaridad mostrada por “los argentinos”.

Asimismo, invitaron a “convertir en un santuario” esa entrada, con ofrendas de flores para “recordar que acá murió un nene”. Luego de la breve ceremonia, se apagaron las velas “para evitar dañar la institución, porque nunca fue nuestra intención hacerlo”, refirieron.

 

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