El cambio al final formó parte de la década perdida

Fernando Coradazzi

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En el verano, Mauricio Macri y sus funcionarios aseguraron que la inflación estaba bajando.

Pero a fines de marzo, con los precios en aumento, los agentes financieros consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Banco Central, estimaron un incremento del costo de vida para el mes pasado y el actual, abril.

Por eso, el 4,7% anunciado ayer por el Indec barrió con todas las promesas estivales de domar al caballo de la inflación.

Hoy, el Gobierno anunciará un paquete de medidas destinado a combatir la inflación y mejorar el consumo. Pero el problema a discernir es si Macri puede recuperar la confianza que muchos electores tenían en él durante los dos primeros años de su mandato.

¿Dará resultado el anuncio? Ayer algunos economistas anticiparon sus críticas. “Difícilmente el programa de congelamiento de precios que el Gobierno anunciaría mañana (por hoy) tenga un efecto marcado sobre la dinámica de precios”, dijo Melisa Sala, de la consultora privada LCG.

Pero lo que Mauricio Macri no pudo cambiar, es la incercia de una Argentina que desde hace 10 años no crece y tiene una inflación altísima. “El país de la estanflación y del poscrecimiento, de la eterna repetición de los mismos problemas, las mismas discusiones”, según escribieron acertadamente Martín Rodríguez y Pablo Touzón en La Grieta Desnuda. Superar los problemas de esta década perdida y no la grieta es el verdadero desafío que viene para toda la clase política.