Sri Lanka prohibe estar en público con el rostro cubierto
Edición Impresa | 29 de Abril de 2019 | 02:42

COLOMBO
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, anunció ayer la prohibición de cubrirse el rostro, una semana después de que militantes islamistas perpetraran varios atentados suicidas que dejaron 253 muertos, según cifras corregidas por las autoridades.
Sirisena dijo que recurría a un decreto de poderes especiales para prohibir cualquier forma de cobertura facial en público. La restricción entrará en vigencia a partir de hoy, dijo su oficina en un comunicado.
“La prohibición es para garantizar la seguridad nacional. Nadie debería ocultar sus rostros porque se dificulta la identificación”, indicó la declaración.
Esta medida se produce días después de que los clérigos islámicos locales instaran a las mujeres musulmanas a no cubrir sus rostros, en medio de temores de generar una reacción violenta después de los atentados con explosivos ejecutados por yihadistas afiliados al grupo Estado Islámico (ISIS).
Los musulmanes en este país de mayoría budista representan alrededor del 10% de sus 21 millones de habitantes. La mayoría de los musulmanes de Sri Lanka practican una forma liberal de la religión y sólo un pequeño número de mujeres usan el niqab (velo islámico).
MISA PRIVADA
En este marco, el arzobispo de Colombo calificó de “insulto a la humanidad” los atentados suicidas perpetrados en Semana Santa contra tres iglesias y tres hoteles de lujo, en un momento en el que persiste la tensión en la isla después del drama.
El líder de los católicos de Sri Lanka, monseñor Malcolm Ranjith, celebró ayer una misa privada retransmitida en directo por televisión tras la anulación de todos los oficios públicos, debido al temor a nuevos ataques.
No obstante, se organizó una vigilia bajo fuerte vigilancia ante la iglesia de San Antonio, en la capital, a las 8.45, la hora en la que el edificio fue atacado por un kamikaze, matando decenas de fieles.
Los terroristas se inmolaron en tres hoteles de lujo de Colombo y tres iglesias repletas de personas cuando se celebraba la misa de Pascua: la de San Antonio y otras dos ubicadas en las localidades de Negombo y Batticaloa.
El prelado comenzó la misa en una capilla en su domicilio, en presencia del presidente Sirisena y del primer ministro Ranil Wickremesinghe, pidiendo la paz y la unidad en esta nación multiétnica del sur de Asia.
“Hoy, durante la misa, prestamos atención a la tragedia ocurrida el domingo pasado e intentamos comprender. Rezamos para que quienes perdieron la vida ese día vivan una vida eterna a través del Señor y para que los heridos sanen pronto”, señaló el arzobispo. “De la misma forma, rezamos para que en este país reinen la paz y la coexistencia, la comprensión mutua sin divisiones”, añadió.
Tras el ataque, cometido por varios kamikazes, hubo decenas de arrestos. (AFP)
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE