Renuncia el número dos del gobierno francés acusado de mal uso de fondos públicos

El escándalo se desató la semana pasada, cuando el medio digital Mediapart publicó un artículo en el que describe los supuestos excesos del ahora ex ministro 


El ministro de Ecología de Francia, Francois de Rugy, renunció hoy a su puesto tras verse envuelto en una polémica en relación a unas cenas que ofreció como presidente de la Asamblea Nacional y por la costosa renovación de su residencia oficial con fondos públicos.

La renuncia de De Rugy, de 45 años, es un duro golpe para el gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, ya que el ministro de Ecología era virtualmente el número dos del gobierno, después del primer ministro, Eduard Philippe.

El propio De Rugy anunció hoy en Facebook que había presentado su dimisión y que Philippe la había aceptado, informó el diario francés Le Monde.

El escándalo se desató la semana pasada, cuando el medio digital Mediapart publicó un artículo en el que describe los supuestos excesos del ahora ex ministro.

Los medios europeos especulaban con que De Rugy resistiría en el gobierno mientras avanzaba la investigación, pero Mediapart, que ha seguido publicando revelaciones en los últimos días, se preparaba para dar a conocer nueva información más reveladora.

Según el sitio web, entre octubre de 2017 y junio de 2018, De Rugy realizó en su residencia una docena de cenas con langosta y vinos Grand Cru en las que cada vez recibió a entre 10 y 30 invitados en del círculo de su esposa, Severine de Rugy. 

La información estuvo acompañada por fotos de Severine posando frente a una botella de vino Mouton Rothschild 2004 (35.000 pesos argentinos) y del propio ex ministro junto a una mesa con pétalos de rosas que circularon por todas las redes sociales.

Antes de renunciar, de Rugy dijo que era una "fake new" y denunció el "sesgo militante" del medio que reveló la información.

La controversia siguió escalando con la denuncia por parte del mismo medio de que el ex ministro habría gastado más de 63.000 euros (más de 300.000 pesos) en reformas en la residencia oficial.

De Rugy se defendió en Facebook argumentando que la vivienda reformada, al igual que otros departamentos oficiales, forman parte del patrimonio francés, y que era necesario llevar a cabo las renovaciones.

Mediapart también lo acusa de beneficiarse de una alquiler social, pese a que sus ingresos supera el techo definido para las viviendas sociales. Además, no es su residencia principal, otra cuestión que contraviene las reglas para ese tipo de viviendas.

Tanto el Gobierno como la Asamblea Nacional están investigando los hechos.

Las publicaciones ya le costaron la destitución a la que fuera su directora de gabinete, Nicole Klein, quien ocupaba una vivienda social en París desde 2001, cuando ya era alta funcionaria, y la conservó de 2006 hasta 2018, época en la que ni siquiera vivía en la capital.

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