Confluyeron protestas en 7 y 50 y en el Centenario y la Ciudad se convirtió en un laberinto vial

Organizaciones sociales protestaron frente a la plaza San Martín. Y trabajadores de una papelera reclamaron por el corte del gas

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Dos organizaciones sociales coparon ayer la esquina de 7 y 50 desde el mediodía hasta las tres de la tarde. Se trató de una manifestación, con ollas populares, que se realizó en el marco de un plan de protestas a nivel nacional y que en nuestra ciudad encabezaron la CTEP/Movimiento Evita y la CCC. Durante tres horas, la zona fue un caos.

El reclamo, que se replicó en la capital federal, distintos puntos del Gran Buenos Aires y otros distritos del país donde tuvieron lugar los piquetes, es por una ley de emergencia alimentaria y políticas de apertura de fuentes laborales.

Ese sector céntrico de la Ciudad, clave en el movimiento urbano, con el tránsito cortado en un horario pico, se convirtió en un infierno, tanto para los automovilistas como para los peatones, a quienes también se le dificultó circular por la zona. Lo mismo se vivió en varias cuadras a la redonda de 7 y 50, ya que la concentración en esa esquina repercutió, con sus desvíos, en las calles aledañas.

Prácticamente el tránsito de todo el microcentro fue afectado por la manifestación. Las ollas populares se repartieron entre varios lugares de plaza San Martín y la esquina de 6 y 54. Esa distribución de los piquetes hizo que se formaran embudos viales en distintos cruces: los vehículos no podían continuar por 6 hacia 50 y tampoco por 50 hacia 7, lo que creó embotellamientos en 6 hacia 49 y en diagonal 80 y 50. Interrumpida la circulación vial por los agentes de Control Urbano en 7 y 54 de la mano descendente, ahí los autos, micros y motos se vieron obligados a tomar por 54 hasta 5. En ese caso, advertidos por lo que sucedía unos metros más adelante, muchos conductores que iban por 7 desde plaza Rocha a plaza San Martín giraban a la izquierda en 7 y 57, en una maniobra por demás peligrosa porque daban el “volantazo” en forma repentina y en medio del paso habilitante de la luz verde del semáforo.

Del lado del carril ascendente de la avenida 7, los automovilistas tuvieron que desviar por la calle 48 y ahí también se produjeron serios trastornos.

El caos vehicular alcanzó tal magnitud que hasta repercutió con congestionamientos en la zona de 5 y diagonal 77. En todas las esquinas mencionadas no sólo fue complicado circular en automóvil; por el entramado de autos que avanzaban a un ritmo desparejo -con el infaltable fondo de fuertes bocinazos- para los peatones también fue una misión casi imposible cruzar de una vereda a la otra.

Según señalaron los dirigentes de una de las agrupaciones sociales que se movilizaron, las protestas que se llevaron a cabo dentro de la órbita nacional se relacionaron con las políticas económicas. “En un país que produce millones y millones de pesos en alimentos hay 14 millones de pobres y 3 de indigentes que no pueden alimentarse como corresponde”, indicó el secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) regional La Plata, Osvaldo Casanova.

Las organizaciones presentes en 7 y 50 le exigen al gobierno nacional que promueva una ley de emergencia “que garantice el alimento para el total de la población”, remarcó Casanova, como así también reclaman, según añadió el dirigente, “que se abran fuentes de trabajo en lugar de pensar en una reforma de la ley laboral que perjudique a los trabajadores”.

En el camino Centenario y 515

Con pancartas, banderas y quema de neumáticos un grupo de trabajadores de la Papelera Unión Platense, que funciona en Ringuelet, llevaron a cabo una protesta con corte al tránsito en Camino Centenario y 515.

Por el reclamo, ese sector de la zona norte se convirtió en un verdadero caos, pues los automovilistas tuvieron que tomar desvíos y soportar enormes demoras por unos pocos metros de recorrido.

La movilización se debió al corte del suministro de gas en las instalaciones industriales como consecuencia de una deuda de alrededor de 8 millones de pesos. Así, la planta permanece paralizada desde hace un mes.

Roberto Caballero, uno de los manifestantes, aseguró que “nosotros queremos pagar, tenemos la voluntad, pero no nos quieren financiar la deuda”.

En medio de la preocupación, Caballero dijo que en los días posteriores al cese del servicio contrataron una empresa proveedora de gas. Sin embargo, debido a que esa distribuidora depende también del suministro de Camuzzi, impidió el abastecimiento a la planta, situada a la vera del arroyo El Gato, a unos 100 metros de donde se movilizaron con la protesta.

“Hace más de tres semanas que estamos sin producir y no tenemos respuesta de nadie”, planteó Caballero, quien adjudicó el motivo de la deuda a “los tarifazos”, que le habrían impedido a la firma hacerse cargo de los consumos de gas.

Por su parte, voceros de Camuzzi explicaron que la papelera “no tiene contrato de gas desde noviembre de 2018” y que quienes ahí trabajan están tomando el fluido desde el caño “sin haberlo comprado”.

La prestataria aclaró, además, que la distribución a las industrias no se realiza de igual manera que a los usuarios residenciales. “Ellos deben comprar el gas directamente al productor de hidrocarburos o comercializadores y esa negociación surge de la libre competencia, siendo totalmente ajena a Camuzzi”, dijeron.

 

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