Clavado en 80 km/h, el velocímetro de la Honda también complica a “El Pepo”

Expertos consideran que si a esa velocidad se detuvo, la camioneta debió circular a más de 120 km/h antes de volcar, cuando el máximo permitido en la ruta 63 es 110 km/h. En la fiscalía esperan los resultados oficiales

Edición Impresa

Si el testimonio de la corista de su banda, distintos videos y una botella de vodka lo pusieron contra las cuerdas, el velocímetro de la camioneta Honda CVR que manejaba el sábado pasado podría terminar de complicar a Rubén Darío Castiñeiras -conocido como El Pepo- en la causa que lo tiene como imputado por la muerte de dos personas.

El velocímetro se clavó a 80 kilómetros por hora, lo que significaría que circulaba a mucha más velocidad cuando se despistó y volcó en la ruta 63, a la altura de Dolores, explicaron varios peritos.

Estiman los expertos que el vehículo avanzaba a más de 120 kilómetros por hora, por encima de los 110 permitidos para circular por esa ruta que une la autovía 2 y la 11.

En el accidente perdieron la vida Ignacio Abosaleh, manager de la banda, y Nicolás Carabajal, trompetista del grupo. El cantante y su corista, Romina Candia, sobrevivieron. Ella, que iba en el asiento del acompañante, declaró que El Pepo era quien conducía la camioneta y que mientras lo hacía tomaba “destornillador”, un trago hecho con vodka y jugo de naranja.

La fiscal de Dolores que instruye la causa, Verónica Raggio, tuvo en cuenta el dato de que el velocímetro se clavó en los 80 kilómetros por hora al detenerse el motor, para usarlo como agravante para tipificar la acción penal contra Castiñeiras: destacó que circulaba a alta velocidad en el momento del accidente.

Aunque a la fiscalía de Dolores todavía no llegaron los resultados de los peritajes accidentológicos y mecánicos para determinar la velocidad exacta a la que iba la camioneta, los expertos se basaron en la medición última del velocímetro para hacer el cálculo.

El Pepo sigue internado, esposado y con custodia, en el Hospital San Roque de Dolores

 

Para esta ecuación matemática tienen en cuenta el tiempo de reacción del sistema de frenado del rodado en particular, el coeficiente de rozamiento entre las ruedas y el pavimento, la constante gravitacional y la longitud de la huella que quedó marcada en el terreno, entre otras cuestiones.

Los especialistas refirieron que cuando se produce el vuelco las ruedas siguen girando y la velocidad en la que venía el vehículo disminuye, que es lo que termina registrado en el velocímetro.

La acusación contra Castiñeiras se agravó porque conducía a alta velocidad en un contexto de escasa visibilidad por niebla y con la calzada húmeda, aunque los instructores también tuvieron en cuenta que hay fuertes indicios de que tomó alcohol.

Más allá de la declaración de Candia y el hallazgo de una botella que le da verosimilitud a su relato, los investigadores aguardan el resultado de la muestra de sangre que le extrajeron al Pepo para confirmar si consumió alcohol, y saber cuánto.

Por esta semana la causa quedó a cargo de Diego Bensi, que subroga a la fiscal Raggio. En las próximas horas, el representante del Ministerio Público le tomará declaración testimonial al enfermero de Pinamar que grabó un video con un teléfono celular donde el cantante, después del siniestro, aseguró que la persona que conducía la camioneta en el momento del hecho era una de las víctimas mortales.

Esa filmación, y otro video previo en el que se ve al músico saludar a sus fanáticos por el Día del Amigo mientras conducía la camioneta por la ruta 63 fueron incorporados a la causa. Lo mismo sucederá en las próximas horas con la filmación que deja ver a Castiñeiras subir del lado del conductor del vehículo después de comprar medialunas en un famoso parador de la ruta.

Los restos de la camioneta Honda CRV blanca en la que viajaban El Pepo y tres integrantes de su banda se encuentran en una dependencia policial de Dolores junto a otros autos con destrucción total.

El músico, en tanto, continúa esposado en una camilla del Hospital Municipal San Roque de Dolores con custodia policial y seguirá internado más tiempo de lo previsto. Según trascendió, todavía no recibió el alta médica por una fisura en la costilla.

De acuerdo al abogado del cantante, Miguel Ángel Pierri, el acusado de “doble homicidio culposo agravado y lesiones graves culposas” está pasando por una “crisis nerviosa”. El delito que le imputaron contempla una pena de 3 a 6 años de prisión y una inhabilitación para manejar de 5 a 10 años. Y sus antecedentes penales lo complican.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE