Crece la polémica entre los manteros y la Comuna por el predio de 80 y 134
Edición Impresa | 28 de Julio de 2019 | 03:19

Proyectado como una potencial válvula de escape para la presión acumulada por la escalada de la venta callejera en la Ciudad, el predio ferial para mudar a los manteros lleva ya más de un mes y medio en funcionamiento en 80 y 134 pero su impacto en la comercialización ambulante sigue siendo exiguo.
Y ahora el “shopping barrial” acaba de quedar envuelto en una nueva polémica: mientras en la Municipalidad de La Plata aseguran que los manteros que quieran trasladarse allí podrán hacerlo de manera totalmente gratuita, los puesteros callejeros dicen que pretenden cobrarles una “llave de entrada” que resulta “económicamente inaccesible para cualquier vendedor ambulante”.
La polémica surge tras una semana de fuerte tensión en las calles platenses, en la que la Comuna lanzó una embestida para ponerle fin a esta actividad prohibida por ordenanza y que, según remarcan las autoridades municipales, viola distintas normativas vigentes.
Ayer, a través de un escrito publicado en sus redes sociales por la Asociación Senegalesa La Plata y firmado por Cheikh Gueye -representante de la comunidad- se denunció que “es totalmente falso” que les hayan dado la posibilidad de instalarse de forma gratuita en 80 y 134. “El predio lo maneja otra gente y venden los puestos a 80 mil pesos”, plantearon, aunque sin aclarar de dónde surge esa cifra. También aseguraron: “Nosotros somos trabajadores y pagamos monotributo todos los meses”.
En cambio, en la Comuna ratificaron que si bien en el predio existen puestos que abonan un canon mensual, se destinó un lateral del predio para que los que quieran ir a trabajar allí puedan hacerlo “sin pagar absolutamente nada”.
De hecho, informaron que el sector destinado a los manteros puede albergar a unos 400, pero hasta el momento se interesaron por el espacio unas 50 personas.
“Es gratuito. No se paga absolutamente nada. 400 puestos para 400 manteros de forma gratuita. Dentro de ese predio hay otros puestos que pagan un canon mensual. $1.000, $1.500, $2.000, algunos $300”, dijo Garro, pero no se abona en el sector de los manteros.
¿Por qué entonces se trasladó al nuevo predio apenas medio centenar de vendedores? En declaraciones periodísticas a La Redonda el propio intendente Julio Garro había considerado: “Primero porque creo que son empleados de otro”, en coincidencia con lo que había señalado momentos antes: “El vendedor es un laburante, sí; él es el dueño de lo que vende, no. Los dueños son cinco o seis personas que los explotan y lucran”. Y agregó: “Esos 50 que fueron dejaron de pertenecer a esta mafia”.
Sobre el desborde de la venta callejera, Garro sostuvo que se había convertido en “una tortura para el vecino de a pie. En el último tiempo no se podía caminar por avenida 7, calle 8 o 12. Había verdulerías en las esquinas”.
“No es que estamos diciéndole a la gente que no vengan más acá, váyanse a su casa y no coman; vengan a este lugar, trabajen en otras condiciones o capacítense en los talleres para aprender oficios”, sostuvo Garro.
una iniciativa privada
El “shopping barrial” es un emprendimiento privado que se levantó en un predio que hace menos de dos años estaba ganado por pastizales y todo tipo de trastos viejos. Se creó a partir de un convenio entre el Municipio y una asociación de vendedores. Como ya se dijo, el paseo ferial “es de carácter privado”, y se habilitó por ordenanza, como lo requiere la ley orgánica de Municipalidades.
“Esta es una inversión privada de bajo costo, con socios emprendedores y nuestro objetivo es llegar a comprar el predio para que se sigan desarrollando puestos de trabajo”, había asegurado a EL DIA Pedro “Pelusa” Molina, titular del complejo.
En líneas generales el lugar se asemeja a los paseos de compras que se encuentran en ciudades balnearias. Está abierto de viernes a domingos (y feriados), entre las 9 y las 24.
En relación a cuánto le cuesta a cada comerciante montar su local en ese lugar, “Pelusa” Molina le había indicado a EL DIA que los que están en el interior de las naves salen unos 500 pesos por día y los del exterior, entre 300 y 400 pesos. Esa suma incluye el pago de las expensas, de la luz, seguridad - se ve una gran presencia de custodios -, un sistema de emergencias, limpieza y mantenimiento y hasta el asesoramiento contable.
Aparte, en la Comuna aseguran que hay todo un sector lateral, gratuito, destinado a los manteros.
No obstante en su oportunidad se aclaró que el titular de cada uno de esos locales pagó un pozo por la construcción de su puesto y son considerados como “socios emprendedores”. La idea -explican- es que los 400 inversores que actualmente alquilan las instalaciones, en algún tiempo mas lleguen a comprar la propiedad.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE