Desafíos en uno y otro campamento de cara a la final de octubre

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Por LAURA ROMOLI

lromoli@eldia.com

Faltan todavía dos meses para la elección a intendente y dos semanas para el inicio de la campaña y, sin embargo, como a nivel nacional y provincial, el platense se dibuja como un territorio hiperpolarizado y con la política concentrada en el 27 de octubre. Las dos principales fuerzas que se disputan la municipalidad iniciaron en la semana que termina un proceso de “concentración” y evaluación de su situación hacia adentro de cada espacio, donde los desafíos de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos tienen sus propias particularidades.

El intendente, Julio Garro, todavía asimila el resultado del 11 de agosto y se enfoca en estudiar la salida de una campaña con un perfil más municipalizado que la de las PASO. Mientras encarga “timbreos” militantes para conocer la opinión vecinal de la gestión local, analiza cómo aislar su discurso de la situación económica general y la figura de Mauricio Macri y para esto mira de cerca, como el resto de los intendentes bonaerenses de Cambiemos, casos como el de San Miguel, donde el intendente local, Jaime Méndez, se impuso muy por encima de los votos obtenidos por el Presidente en el distrito.

En un recuento imaginario “voto a voto”, busca sumar del lavagnismo, de las fuerzas que no superaron el filtro de las PASO y de aquellas que se mostraron competitivas pero que se desdibujan producto de la fuerte polarización, como los sectores de Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert. Pero también apela a recuperar a votantes que en las internas se inclinaron por los precandidatos del peronismo Victoria Tolosa Paz y Luis Arias, fundamentalmente en el casco y en la zona norte. Asignó la tarea a una mesa política que integran Fernando Ponce y sus funcionarios del gabinete Luis Barbier, Nelson Marino, Raúl Cadáa y Marcelo Leguizamón.

Pero, a la par de repensar y relanzar su campaña, el Intendente tiene el desafío de contener y arengar a la tropa interna llamando a “dar la pelea hasta el final” en pos de retener la administración municipal. En esa línea, ya comenzó a encabezar plenarios en las localidades y en el casco, con una arenga que enuncia lo que se asoma como la idea central de la campaña: polarizar con su principal adversaria, Florencia Saintout, apelando a la resistencia que, según estiman en el oficialismo, su sector mantiene en una parte del electorado que sí podría votar a Alberto Fernández a nivel nacional.

En la otra vereda, el Frente de Todos se aboca a enfrentar sus propios retos. El principal, sin duda, es el de lograr contener la mayor cantidad de votos posibles de los obtenidos en las PASO y encolumnar a la variopinta militancia de cada espacio detrás de Saintout. Después de una tensa puja por el escrutinio definitivo con su competidora Victoria Tolosa Paz, el miércoles la diputada fue formalmente proclamada ganadora de la interna por el resto de los dirigentes peronistas, que llamaron a un “trabajo conjunto” para ganar la intendencia platense. Sólo faltó el espacio del ex juez Luis Arias y más allá de las suspicacias que despertó esa ausencia, el grueso de los integrantes del peronismo local coinciden en que la labor mancomunada de todas las vertientes será un trabajo arduo y de largo aliento.

Mientras tanto, Saintout ya arrancó una agenda de reuniones con distintos sectores del ámbito local y se muestra convencida de que la ola electoral a nivel nacional y provincial también hará lo suyo a nivel local.

 

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