San Carlos hizo un trabajo sólido, abrochó tres puntos de oro y se acomodó en la tabla

Villa San Carlos necesitaba recuperarse de la derrota ante Los Andes. Su visita al Malvinas Argentinas era fundamental para recomponer su imagen y regresar a la victoria. Y lo consiguió.

Con un trabajo sólido en todas sus líneas, el Celeste, que tuvo el debut oficial del Colorado Germán Ré (jugó como primer marcador central), terminó por imponerse 1-0 sobre San Miguel, en Los Polvorines, con un gol del delantero de Brandsen, Matías Brianese, en la parte complementaria.

Con este triunfo, San Carlos alcanzó los seis puntos (de nueve posibles) y ya comienza a acomodarse entre los primeros puestos en la tabla valorativa.

El primer tiempo fue de tono discreto. Con imprecisiones de parte de los dos equipos y dificultades para poner la pelota contra el piso.

Pero dentro de ese contexto, el equipo que dirige el Flaco Vivaldo fue el que dispuso de las mejores opciones para inaugurar el marcador. No fueron muchas, es cierto, pero las suficientes para poner en aprietos a la defensa local.

La primera se produjo ni bien comenzó el encuentro (a los 5), con un derechazo de Matías Sproat que pegó en el travesaño, picó en la línea, pero finalmente, no ingresó en el arco.

Y la segunda, después de una excelente jugada individual de Alexis Alegre, “pared” con Matías Brianese y pase cortado para el ingreso de Spoat, que definió, pero Eduardo Méndes consiguió salvar sobre la línea.

El local, que lleva tres partidos sin convertir goles, respondió de contra con una arremetida de Martín Batallini que se fue desviado.

San Carlos siempre fue el que propuso su juego, a partir de la movilidad de Alejandro Lugones; el aporte de los volantes Oroná-Altamirano y la peligrosidad permanente de Brianese.

A San Miguel le costó acomodarse en el terreno de juego. Porque no estuvo fino en las entregas y porque sus delanteros siempre fueron anticipados por la dupla Ré-Machín.

LO DEFINIÓ BRIANESE

Villa San Carlos se afirmó mejor en la parte complementaria, a pesar de que el dueño de casa adelantó sus líneas. Sin embargo, la intención ofensiva de San Miguel fue siempre resulta por una línea defensiva ordenada y sólida, que respondió a las exigencias.

De Cicco, técnico local, movió el banco para tratar de romper el cerrojo defensivo, pero no se dio cuenta que dejó huecos que fueron bien aprovechados por el Celeste.

A los 16, llegó el gol. Pase de Alegre para Brianese, éste que remata, el arquero que no contiene, y la pelota que ingresa lentamente. San Carlos pegó justo, ganó un partido chivo y ya se metió en la pelea.