Al grito de “policía, policía”, se metieron en una casa y les dieron 5 tiros a dos hermanos

Uno de los hombres tiene una herida superficial en la frente. El otro recibió tres en la espalda y una en una pierna

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“Llegaron tres hombres en un auto de color oscuro. Bajaron y fueron directamente a la casilla de mi sobrino. Patearon la puerta y entraron al grito de `policía, policía`, aunque no vestían uniformes ni tampoco parecían serlo”. El relato de Rosa (51) inicia una escena de terror que terminó con dos sobrinos heridos de cinco disparos en una casilla situada en inmediaciones de 126 y 612.

El episodio ocurrió alrededor de la una de la madrugada de ayer. Según contó la mujer, los intrusos “fueron hasta la pieza donde estaban Gabriel y su pareja acostados mirando televisión. Hubo una discusión, gritos y uno de los tipos tiró dos veces. Una bala pegó en una pared y el otra rozó la frente de mi sobrino, aunque con un orificio de entrada y salida”. Agregó que “además le robaron 3.000 pesos”.

Esas detonaciones y los gritos de la pareja alarmaron a Ezequiel Berneche (32), hermano de Gabriel y quien tiene su casilla de madera en el mismo lote, por lo que sin pensarlo caminó los pocos metros que separan la suya de la vivienda de Gabriel, para saber qué estaba pasando.

Mientras caminaba por el terreno en esa dirección, “justo salían estos tres hombres”, dijo Rosa y enseguida le dispararon a corta distancia. Ezequiel recibió cuatro balazos, tres en la espalda y el restante en un tobillo. Según testigos, uno de los agresores parecía tener algo más de 50 años y los dos restantes entre 21 y 27.

“No sabemos todavía por qué fueron y actuaron violentamente en la casa de Gabriel, pero Ezequiel la ligó de rebote, por tratar de defender a su hermano, porque en los momentos previos al ataque estaba lavando en su casa unas zapatillas y escuchaba música”, reflexionó la mujer, quien aseguró desconocer los motivos de semejante ataque a tiros de esos sujetos. Y mencionó que “le preguntamos a Ezequiel si los conocía, cuando todavía estaba herido en el piso, y nos aseguró que nunca los había visto”.

Sobre el estado de salud del mayor de los hermanos, dijo su tía que “se encuentra estable, luego de que lo operaron del tobillo donde recibió un tiro. Se mandó además a comprar los clavos que necesita para ese tobillo y los médicos evalúan si van a extraerle los tres proyectiles que le quedaron alojados en la espalda”.

Acompañada por un vecino, Rosa rescató la premura con la que los servicios de emergencias respondieron al llamado al 911: “A los 10 minutos vino un móvil del Comando de Patrullas, que llegó rapidísimo teniendo en cuenta que venía de Arana y además el mal estado de las calles de este barrio. Cinco minutos después vino la ambulancia con médicos que también se portaron bárbaro y que llevaron a mis sobrinos al hospital San Martín”, resaltó.

Conjetura

Algunos frentistas consultados por este diario sobre el sangriento episodio, conjeturaron que pudo haberse tratado de “un ajuste de cuentas”. Esa interpretación fue desestimada por familiares de los hermanos atacados, quienes a decir de algunos de sus parientes “se ganan la vida trabajando como albañiles”.

Una vecina, Beatriz (41), le dijo a este diario que “los tipos que vinieron al barrio fueron a la casa de Gabriel y escuchamos un disparo, pero después supimos que fueron cuatro más. Más tarde llegaron la Policía y una ambulancia”.

Luego indicó que “Gabriel vive con su mujer, pero no tienen hijos. Y al hermano no lo vemos durante el día”, dijo. La mujer apuntó que la familia es conocida en el barrio: “Acá viven además la madre, el padrastro de los chicos y en otras casas una hermana y una tía. Es gente de la zona desde hace más de 15 años”.

 

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