A la misma hora, a siete cuadras, un escruche a una pareja de jubilados

“Por lo menos, me dejaron la tablita y el cuchillo. Voy a poder comer asado, pero tomar mate ya no”, le dijo Julio (76) a EL DIA en tono de broma.

Unas horas antes de la conversación, el jubilado y su mujer Ana (71) habían sido víctimas de un escruche en su casa de 7 entre 515 bis y 516.

El matrimonio vivió una situación similar tres meses atrás, cuando desconocidos aprovecharon que estaban de vacaciones y les robaron joyas y electrodomésticos. La sospecha recayó en una persona cercana porque ingresaron por a puerta de entrada con “una llave nuestra”, acotó.

“Esta vez”, refirió el hombre, “fue distinto, porque se llevaron cosas raras y entraron forzando la ventana de una habitación” que da al pasillo de salida a la calle. Ambos habían salido a hacer un trámite y a Lola, la perra labradora que los acompaña desde hace 10 años, “se la llevó el paseador”.

Según le contaron a este diario, estuvieron fuera una hora y media. “Nos fuimos a las 12.30 a hacer un mandado y volvimos cerca de las 14. Al entrar nos encontramos con este desastre”, sostuvo Ana, mientras señalaba los cajones abiertos y las prendas de vestir diseminadas por el piso. “Por suerte no estábamos, porque podría haber sido peor”, agregó Julio.

En el lapso que permanecieron en el inmueble, los ladrones se dedicaron a buscar dinero en efectivo. Los damnificados indicaron que hallaron “unos 2.500 pesos” pero lo más “curioso”, manifestaron, es que “se llevaron una pava eléctrica, un porta mate, con termo y mate, y algunas chucherías”. Sobre la mesa del comedor, “dejaron una olla Essen que se ve que no pudieron cargar”, expresó Ana.

Julio fue a la comisaría sexta a radicar la denuncia. “Muy amablemente me explicaron que estaban con el caso del muchacho baleado, así que nos dijeron que venían después”, explicó.