La importancia de la contención emocional al momento de intimar

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Todos los 6 de septiembre se festeja el “Día Mundial del Sexo”. Y para quiénes se preguntan el por qué de la fecha, sólo basta analizar en detalle y verán que la elección no fue casual: el número del día y del mes conducen a la famosa posición sexual del “69”, en la que dos personas se practican sexo oral mutuamente, de una manera igualitaria y -como algunos gustan decir- con una sincronía erótica digna del Ying y Yang.
El disfrute de la sexualidad forma parte de una vida plena y, debido a los tiempos en los que vivimos, en los que algunos paradigmas sociales se han modificado, pareciera que el vínculo real quedó desterrado por el virtual. Es por eso que aprovechando la importancia de esta fecha, la aplicación “Blind Love”, creada por Federico Volinsky, rompe con los esquemas y propone otro tipo de vínculo.


Esta reciente “dating app” aprovechó el “Día Mundial del Sexo” para dar a conocer un relevamiento que realizó, del cual se desprende que 8 de cada 10 personas consultadas prefieren conocerse “cara a cara” después de al menos 3 semanas de conversación. Y el motivo que esgrimen es que desean “evitar la frustración” y asegurarse de que una vez que conozcan su potencial “media naranja”, la conexión emocional previa ayudará a que el contacto físico sea “realmente pasional”.
“El erotismo también surge mediante el encuentro de palabras. Este encuentro emocional permitiría un encuentro más profundo, no necesariamente sexual, en un inicio. Si esta relación llegara al ámbito de lo sexual, probablemente la conexión emocional previa podría favorecer el encuentro de los cuerpos”, es la explicación que brinda la Licenciada Melina Hoijemberg, psicóloga de la UBA (M.N 55100). Por lo tanto, la seducción y la conquista se juegan en una “previa” (que puede ser 100% virtual o no), donde el intercambio puede sentar las bases de un encuentro sexual que sea el inicio de una relación de largo plazo.


Volviendo a las estadísticas, un 60% de los consultados le proporciona una etiqueta negativa al “sexo casual”, creen que eso ya es “cosa del pasado” y afirma que utilizan las aplicaciones de citas con otro objetivo: el de conocer gente con la cual compartan intereses y que ansíen encuentros cara a cara, más allá de lo que pueda suceder después. “El sexo es mejor cuando hay un mínimo de conexión emocional”, es la opción que seleccionó más de la mitad de los consultados.
Más tiempo


En la vorágine en la cual vivimos inmersos, pareciera que el tiempo se nos escapa de las manos y todo avanza muy rápidamente. Por eso, el creador de Blind Love, Federico Volinsky, reconoció las ventajas de su producto, cuyo objetivo es establecer una conexión más real: “Los usuarios atraviesan un largo periodo de conversación e intercambio antes del encuentro cara a cara, que se realiza varias semanas después del primer contacto en la aplicación, así que eso les da un tiempo para conocerse más en profundidad”. Luego, como en todo vínculo, habrá que esperar si prospera o no, si se da sólo una relación de tipo sexual o lo sexual y afectivo van de la mano.
“Hay una gran comunidad en el mundo que quiere tener ese encuentro físico y nosotros lo apoyamos. En los tiempos vertiginosos que corren conocer gente a veces se transforma en un tarea titánica que lleva frustraciones, Blind Love ofrece la posibilidad de conectar gente en un marco emocional: después, si eso lleva a que haya un encuentro sexual o no, depende de los usuarios, pero desde ya que nos entusiasma conectar a la gente para que puedan conocer a un otro y pasarla bien” precisó Volinsky.


BLIND LOVE


En diciembre de 2018 salió al mercado Latinoamericano (para usuarios de iOS y Android) la app Blind Love, que fue rankeada entre sus usuarios con 5 estrellas sobre 5. Esta se autodefine como la “primera aplicación de amor”: “No es una dating app, es una love app” aseguró en el lanzamiento su ideólogo, Federico Volinsky, que se inspiró en su propia historia.


Para aquellas personas que no saben de qué se trata, aquí las fotos de perfil de los usuarios aparecen completamente “desenfocadas” y comienzan a “revelarse” a medida que las dos personas se comunican entre sí. La idea es muy clara: que los usuarios decidan si les gusta o no el otro, pero no valiéndose de su aspecto físico sino en función de quiénes son realmente. La app privilegia la “conexión profunda” que pueden tener dos personas en base a sus “intereses y gustos” en común, y trabaja sobre el concepto de “slow date”.


“El amor no se basa en la mejor foto de perfil de uno pero si en una conexión emocional y física. La gente está cansada de las mismas aplicaciones de citas que te venden matches pero en verdad están vendiendo dos personas que se ponen ‘like’ a una foto”, argumentó el creador, que también indicó que toda su app está “pensadas desde el amor”, ya que se inspiró en la historia con su mujer, Eugenia. “Nos conocimos en las redes sociales, al principio hablamos más de 7 horas pero ella estaba convencida de que yo no era su tipo: entre otras cosas, ella mide 1,80 y yo 1,70”, contó.


Lo importante aquí es que esta herramienta viene a conjugar un poco de la vida cotidiana y digital que tenemos, pero sin perder la verdadera esencia del amor: que sea real y en vivo y en directo. 

 

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