La Ciudad convive con el vértigo de la mañana y la desolación de las tardes

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Dicen algunos que el dólar turista le dio un buen envión a los destinos turísticos nacionales, entre ellos, la costa atlántica. Y si bien se notó un marcado parate en la Ciudad desde antes de la fiesta de Año Nuevo hasta los primeros días de este mes, la última semana el microcentro recobró un ritmo muy importante. No similar a mayo o junio ni mucho menos, pero sí lejos de aquellos eneros donde “todo moría”.

Por las tardes el ritmo baja y bastante. No obstante, de lunes a jueves se mantiene un movimiento bien alejado de los veranos de antaño.

Desde su comercio de ropa, Marcos César dio su explicación. “Sí, el dólar turista hizo bajarse a muchos de sus vacaciones en el extranjero. Pero hablamos de un tipo de público que no es mayoritario. (Lo cierto es que) los bolsillos siguen muy flacos y eso se nota en las calles. Este enero es muy similar al del 2019”, comparó el comerciante, quien vive en Villa Elisa y dice que no puede quejarse porque en su casa cuenta con piscina. “¿Vacaciones? Una semanita. No más”, contestó.

Y ahí parece estar la clave de estas mañanas de enero repletas de gente en las principales calles de la Ciudad.

“La mayoría se va de vacaciones cuatro o cinco días. Eso es lo que percibo acá en la peluquería”, apuntó Sergio, desde los alrededores de Plaza San Martín.

¿Es una tendencia? “Podría ser si te vas cuatro o cinco días, tres o cuatro veces al año. Pero casi toda la gente con la que hablo, y por acá pasa de todo, se va unos días ahora y después descansa en la casa o va a un club”, añadió, cerca del mediodía.

Las frecuencias, de veraneo

Entre la una y las tres de la tarde las paradas de colectivos están total y absolutamente atestadas de gente.

Marisol (39), empleada de comercio, no anduvo con rodeos: “Ya estoy acostumbrada. Hace varios veranos que pasa esto. Las líneas de colectivos aseguran que cumplen con las frecuencias, pero no es así. Y si lo es, habría que demandar a quien las regula, porque no se puede tardar una hora y media en ir desde el centro de La Plata a Ensenada”, se quejó.

El año pasado, en la segunda quincena de diciembre, ese tipo de reclamos ya se escuchaba en avenida 7. Son muchos los vecinos y vecinas que afirman a pie juntillas que las esperas de los micros se extienden sustancialmente desde el día siguiente al que finalizan las clases del nivel primario.

Julio (61) sabe de lo que habla. Durante 11 años fue chofer de una línea local que, desde ya, no nombró “por respeto a muchos buenos compañeros que aún siguen trabajando allí”. Jubilado por incapacidad, y mientras esperaba el colectivo cerca de Plaza Italia, contó que “a veces la gente quiere que las unidades pasen cada cinco minutos los 365 días del año y no es así, ni acá ni en ningún lugar del mundo. Pero es verdad que se están enviando menos unidades a la calle. Y eso tiene que ver con que el sector no es ajeno a la crisis general”, analizó.

Mucho tráfico, colas en los cajeros, gente que viene y que va. Sobre todo por el centro. El ritmo de enero, desde la mañana hasta la ‘primera tarde’, es alto.

Mucho tiene que ver, también, la tendencia de varios ministerios de trabajar en un solo turno durante el primer mes del año. “De un tiempo a esta parte se trata de que la mayoría se saque las vacaciones en enero y que los que quedan trabajan fundamentalmente a la mañana”, contó una empleada pública y delegada gremial. Por caso, en el Instituto de Previsión Social (IPS) se está trabajando “sin guardias”.

Tardes mansas, pero vivas

La Ciudad ya no muere por las tardes en enero. Podría ser el título del panorama que recogió este diario ayer, en torno a las 17, en la zona de facultades del microcentro pero, sobre todo, en las calles 7, 8 y 9.

Aunque el movimiento merma mucho respecto del de las mañanas, lo cierto es que en ciertas zonas persiste.

En diagonal 80 se mantiene un ritmo medio -si arbitrariamente hablamos de tres categorías- o medio-bajo si optamos por cinco.

Una calle central en la plenitud del año es 48. Y ni hablar en el tramo que va de 5 a 7. Allí sí, en la tarde de la víspera se notaba un fuerte bajón. Pero había un motivo central: las facultades de Derecho y de Ciencias Económicas están cerradas y así seguirán hasta febrero.

Pero al llegar a 7 y 48, tanto a nivel vehículos como peatones, el movimiento subía con fuerza.

Asimismo, se mantenían postales similares a las del mediodía, aunque no iguales, en las paradas de micros. Y en la calle 8 ni siquiera faltaban los manteros.

Después de las 19, la paz de enero apareció con mucha más fuerza.

 

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