Boca recuperó la sonrisa en el primer ensayo del verano frente a Universitario

“Tenemos que encontrar los rendimientos, y a partir de eso el modelo. No me encasillo. Los modelos te los dan los niveles de los jugadores y el técnico tiene que ser inteligente para acomodarse”. La frase de Miguel Ángel Russo, antes que la pelota comenzara a rodar anoche en el estadio del Bicentenario de San Juan, adelantó el objetivo del ensayo realizado por el “nuevo” Boca frente a Universitario de Perú, que finalizó con triunfo 2-0 de los Xeneizes en la presentación 2020.

Las ausencias de Esteban Andrada, quien no viajó a raíz de una lesión de rodilla, más Alexis Mac Allister y Nicolás Capaldo, con el seleccionado Sub-23 a punto de debutar en el Preolímpico de Colombia, determinaron una serie de modificaciones en la primera formación de Russo en este segundo ciclo en el club que se mueve al ritmo de una nueva Comisión Directiva, que tiene a Juan Román Riquelme como responsable del área fútbol.

En este marco, sorprendió un esquema 4-1-3-2 planificado con el colombiano Jorman Campuzano como volante central, Salvio Reynoso y Villa repartiéndose el terreno más adelante y Franco Solano-Carlos Tevez, este con la cinta de capitán, como referentes del ataque. Un punto de partida para la preparación que seguirá el domingo contra Athletico Paranaense, de Brasil, en dirección a lo que será el reinicio del campeonato oficial de Primera, al que le restan siete fechas y el equipo Xeneize asoma como uno de los grandes aspirantes a ser campeón.

Le costó a Boca imponer condiciones manteniendo el orden que para su entrenador resultaba objetivo básico, porque Universitario, dirigido por el uruguayo Gregorio Pérez, quien en la víspera cumplió 72 años, presionó en la salida, para no permitir el desarrollo de un juego limpio. Esto le restó dinámica y precisión, al punto que recién a partir de los 20 minutos, y con Tevez como una verdadera llave, empezó a encontrar los caminos para evitar la referida marcación.

Renovado el Apache, de buen ánimo desde que llegó con una delegación que recibió el cariño de la gente, se movió libre por todo el frente del ataque, contagiando a los carrileros, que por derecha (Salvio) e izquierda (Villa) llegaron a complicar a los marcadores que esperaban. De todos modos, ambos equipos cruzaron el límite de la primera media hora sin poder llegar con peligro al arco de enfrente.

Ni bien comenzó el segundo tiempo, Néstor Pitana le facilitó la apertura a Boca. El misionero cobró una mano de Quina, reclamada por Salvio, y Sebastián Villa se encargó de asegurar el 1-0 con derechazo alto. El gol modificó el cuadro de situación, porque el conjunto visitante debió arriesgar más ante un rival que justamente necesitaba los espacios libres que determinó ese adelantamiento.

Los cambios, que comenzaron a repetirse a partir de los 16 minutos, determinaron variantes desde lo posicional, y una corrida de Agustín Obando, por la izquierda, desembocó en un centro alto para la entrada libre de Ramón Ábila, quien después del 2-0 se retiró expulsado en el cierre de un partido que para Russo fue un banco de pruebas para lo que será la temporada oficial que ya está a la vista, y para los Xeneizes aparecerá luego del encuentro del domingo en esta misma ciudad con Paranaense.