Las picadas clandestinas también invaden la plaza Malvinas y “desvelan” a los vecinos
Edición Impresa | 7 de Enero de 2020 | 03:14

Picadas clandestinas, música a todo volumen y grupos alcoholizados que copan las veredas, tienen a maltraer a quienes viven en los alrededores de la Plaza Malvinas. Ayer se denunció que es “inaceptable” que todo ese descontrol ocurra a escasos metros de la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana.
Si bien en verano esa problemática se registra casi todos los días, la gente de la zona indicó que se agrava de viernes a domingos, días en los que por el ruido no se puede conciliar el sueño hasta las 6 de la mañana.
Walter, vecino de uno de los edificios que bordea a ese espacio público, expresó su indignación por los ruidos molestos y por las “picadas” que se corren en las inmediaciones.
El hombre advirtió que por “el descontrol vial” de esa zona formalizará reclamos y denuncias en organismos pertinentes.
De acuerdo al relato de quienes allí, hace meses y meses que por las noches se escucha todo tipo de música a un volumen intolerante.
“No es un auto, ni dos, son decenas que abren los baúles y ponen los parlantes con la música a todo volumen, desde la medianoche hasta la madrugada; a eso se le suman las picadas de motos”, indicó un vecino.
Pese a que, según dijo la gente, se hicieron numerosos llamados a Control Ciudadano, que está en 20 y 50, frente a la plaza, nunca el accionar de la fuerza pública logró intimidar a los que cometen desmanes.
“Cuando hemos actuado nosotros, tratando de calmar la cosa, apedrearon departamentos, rompieron vidrios, eso se ve prácticamente en todo el perímetro de la plaza”, sostuvo un hombre del barrio.
También se indicó que la Policía les habría sugerido a los vecinos que levanten firmas porque reciben quejas de todos los edificios. En esa línea, los vecinos se preguntaron por qué si están al tanto del problema, no se toma intervención.
“Somos muchos los que sufrimos lo mismo y el Municipio nos abandona”, dijo otro vecino. Él se preguntó por qué ese espacio no cuenta con un puesto de seguridad como hay, por ejemplo, en la Plaza Azcuénaga, el parque San Martín o la Plaza Moreno.
La gente de los alrededores no se explica cómo se permite tanto descontrol a metros de donde se encuentra el área de Tránsito.
“Como la mayoría de los vecinos con los que tengo contacto, llevo una lucha de tres años con cartas al Municipio y a Control Urbano; hice miles de llamados al 147 y 911, pero nadie hace nada. Parecería que lo único que le importa al Municipio es abrir mas cervecerías en la zona y ya hay decenas”, dijo un vecino.
Quienes dialogaron con EL DIA tampoco entienden por qué no se hacen controles de alcoholemia en ese espacio, ya que los grupos que se reúnen a tomar bebidas alcohólicas se mueven en automóviles con el riesgo que eso implica.
“Esto es un inmenso boliche al aire libre, además se corren picadas por 19, por 54 y las motos lo hacen por adentro de la plaza”, agregó una vecina.
Se remarcó que se escuchan muchas explosiones de los escapes de las motos y que esos ruidos son tan fuertes que, en mas de una oportunidad, llegan a activar las alarmas de los autos estacionados. Algunos vecinos creen que esa tal vez sea una táctica para ver qué autos no tienen alarma sonora y de esa manera, abrirlos con fines de robo.
“Hasta para entrar a casa hay que pedir permiso a gente que bebe en la vereda; además hacen sus necesidades por todas partes”, se escuchó.
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