El acusado de la masacre de Romero ya es mayor: ¿cómo sigue la causa?
Edición Impresa | 9 de Enero de 2020 | 03:33

Hoy cumple 18 años el único detenido en la causa que investiga el triple crimen de Melchor Romero. El joven que estuvo ausente por 5 días desde que se detectó la masacre en su casa, optó ayer por el silencio, al ser citado a indagatoria por la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil que interviene en el caso, Carmen Ibarra.
Voceros judiciales revelaron que por consejo de su abogada, la defensora oficial Raquel Ponzinibio, el imputado optó por acogerse al derecho constitucional que lo ampara de negarse a declarar, sin que ello pueda ser utilizado como indicio en su contra.
Luego de la indagatoria el sospechoso quedó formalmente procesado en la causa que lo investiga bajo sospecha de haber asesinado a cuchillazos a su madre Graciela Holsbak (54); a su hermanita Alma, de 5 (fue mutilada y metida en una bolsa de consorcio) ; y a su padrastro, Raúl Bravo (54), explicaron las fuentes de Tribunales.
También señalaron que el adolescente acusado “dice dos palabras y se larga a llorar”.
Si bien expertos de Tribunales en psicología y psiquiatría mantuvieron una entrevista con el joven y determinaron que estaba en condiciones de someterse a la indagatoria, las fuentes consultadas indicaron que en los próximos días E.O.H.S. será examinado nuevamente.
El joven fue encontrado el lunes último caminando por la ruta 2 a la altura de Samborombón.
El fiscal penal Marcelo Martini, que tuvo el caso desde el inicio, luego se declaró incompetente por tratarse de un menor y la investigación pasó a la Justicia de Menores, con intervención de la fiscal Ibarra y la jueza María José Lescano, quien estaba subrogando al juzgado de Garantías del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil II de La Plata, que estaba de turno para la fecha del hecho investigado.
Lezcano ayer inició una licencia y el juzgado II (está vacante) pasó a ser subrogado por el juez Luis Gabián.
Este último magistrado participará mañana, junto a la fiscal y la defensora oficial de una audiencia para determinar si la detención del chico se convierte o no en prisión preventiva.
Ese mismo día se iniciarán las pericias de cotejo de ADN con las muestras obtenidas en la escena del crimen y en el cuerpo de las víctimas. Se calcula que debajo de las uñas podrían tener residuos de piel o cabello del victimario.
Además, se esperan los informes acerca del escenario del horror, en la vivienda de 523 entre 164 y 165. Fuentes judiciales aseguraron que los mismos “tardan en arrojar los resultados” y que la carpeta pericial ya cuenta con más de 200 fojas.
También aseguraron que “ya están los informes finales de las autopsias de los cuerpos”.
Las mismas fuentes del caso aseguran que quedó descartada la versión de que E. estuvo escondido en el monte de Romero, donde se había desplegado un amplio operativo policial con más de 100 efectivos y del cual participaron desde Bomberos hasta perros.
Al momento en que se apareció en caminando en la ruta no presentaba ningún tipo de corte producto de los pastizales y cardos de la zona (cómo sí resultaron lastimados algunos de los policías que se internaron dentro del descampado).
Por eso, los investigadores creen que se refugió en otro lugar. Esto también hace caer la teoría de que era de él la gorra que secuestraron tras la supuesta huida ante la presencia policial. En una charla con Policías, el joven dijo que se fue a capital federal en la mañana de los crímenes, tras despertarse con sangre en las manos.
Para la jueza Lezcano hay pruebas para sospechar sería autor del delito de “homicidio triplemente calificado”. Se presume que fue “en un ataque cruel, con el empleo de armas blancas, actuando a traición y sobre seguro”.
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