Detuvieron al hijo menor del jubilado degollado en su casa de Los Hornos

Tiene 24 años y heridas que no habría podido justificar, en sus manos y en un antebrazo. También incurrió en algunas contradicciones

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Un joven de 24 años fue detenido anoche por su presunta participación en el homicidio de su propio padre, de 84, quien fue hallado asesinado a puñaladas el miércoles a la noche, como viene informando este diario.

El acusado fue aprehendido por detectives de la DDI La Plata en un allanamiento de urgencia que ordenó el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta en un domicilio de 31 entre 69 y 70. Hoy será indagado.

“Tiene heridas en las manos y un antebrazo que no pudo explicar”, dijo a este diario un investigador, además de haber incurrido en “contradicciones e inconsistencias” en su declaración.

Ángel Osvaldo Merlo, la víctima, fue asesinado en su casa de 67 entre 133 y 134, donde vivía solo y lo encontró uno de sus hijos (de 52 años y hermano mayor del acusado) el miércoles a la noche, cuando fue al lugar preocupado porque no podía establecer contacto con su padre.

La puerta de rejas que da al jardín estaba cerrada. Como él tenía llave la abrió sin problemas, pero a la otra, de madera, que da acceso a la edificación, tuvo que derribarla de una patada, puesto que tenía “la llave puesta”, explicaron fuentes del caso. Una vez que logró entrar encontró a Ángel tirado en su habitación, con heridas cortantes en la cara y la cabeza.

Enseguida alertó al 911. La Policía llegó junto a una ambulancia del SAME, que constató que el jubilado estaba muerto, aunque en un primer momento hubo dudas respecto del modo en que eso pasó. Se especuló con la posibilidad de un accidente doméstico mortal, con un suicidio y hasta con el ataque de un perro que tenía el hombre y que ni siquiera ladrón con el desembarco de uniformes y peritos.

“Averiguación causales de muerte” fue la carátula inicial de la causa, que duró lo que tardaron los forenses en confirmar que las heridas que tenía Merlo eran de un cuchillo y que de ningún modo pudo abrírselas solo. La autopsia detectó que “tiene al menos dos cortes en el cuello producidos por un arma blanca”.

El caso pasó a ser entonces “homicidio”, agravado ahora por el vínculo. Desde un primero momento los investigadores descartaron la posibilidad de un robo, porque no había accesos violentados ni faltantes visibles.

Los testimonios de familiares y amigos del jubilado expusieron contradicciones en los dichos del hijo menor de la víctima, quien, “encima, tenía heridas que no pudo explicar”, apuntó un jefe policial.

El informe preliminar de autopsia determinó, además, que Ángel se defendió de su agresor, lo que justificaría aquellas lesiones.

En su domicilio de 31 entre 69 y 70, donde lo detuvieron anoche, los policías al mando de Christian Novelino secuestraron elementos de interés para la causa.

El supuesto parricida estaba en la casa de Ángel cuando este diario fue al lugar, el jueves pasado, para intentar conversar con los familiares. Nervioso y agresivo, increpó verbalmente a los cronistas para que se fueran.

Quien sí accedió a hablar fue la hija mayor del jubilado, Beatriz (62), quien aseguró estar “muy conmovida” por la muerte de su padre, a pesar de que “prácticamente no teníamos relación desde hace un tiempo”.

El hombre atravesaba por una mala época porque se había separado recientemente de su última pareja, madre del acusado, tras 29 años de relación.

 

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