En Punta Lara siguió la postal del río verde y en el camino, reforzaron los controles

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El pasado fin de semana el camino a Punta Lara estuvo colmado de personas, las cuáles no respetaron el distanciamiento social en tiempos de pandemia de coronavirus. Por este motivo, ayer hubo estrictos controles sobre la Av. Mercante para que no haya ningún tipo de desbordes.

Todos aquellos vehículos que decidieron pasar la tarde en las playas o sobre el camino debieron detenerse en el retén que montó la Municipalidad de Ensenada junto a efectivos de la Policía Bonaerense. En el mismo controlaron que no hubiera más pasajeros que cinturones disponibles. Y se les realizó controles de alcoholemia.

“Estamos controlando que haya un pasajero por cinturón, pidiendo documentación y haciendo las contravenciones de la Ley Nacional de Tránsito. Queremos que la gente venga a disfrutar sin molestar a un tercero y haciendo hincapié en la cuestión sanitaria porque la pandemia no terminó”, aseguró Marcos Omentari, subsecretario de Tránsito ensenadense.

“Estos controles los hacemos todos los años y los hicimos durante el aislamiento. La semana pasada hubo muchísima gente junta, los policías no dieron a basto. Si nosotros no tomamos conciencia dentro de esta pandemia, no hay Estado que alcance, por eso llamamos a la responsabilidad de los ciudadanos”, agregó.

Debido al férreo retén se generaron largas filas y, por momentos, hicieron lento el arribo desde La Plata hasta Punta Lara. Algunos entendieron la situación y esperaron sin quejarse, mientras que otros se mostraron fastidiosos por la demora.

En el retén también pusieron el foco sobre los ruidos molestos y el consumo de bebidas alcohólicas: efectivos policiales invitaron a los conductores a abrir sus baúles para saber si llevaban parlantes de gran potencia, los cuáles pueden molestar a otras personas, mientras que tampoco estaba permitido llevar conservadores con alcohol.

EL AGUA SIGUE VERDE, PERO VARIOS IGUAL SE BAÑARON

Ayer las aguas del Río de La Plata en Punta Lara continuaron de color verde por la la presencia de cianobacterias, producidas por algas que poseen un alto grado de contaminación y contienen baja cantidad de oxígeno.

Pero si bien los expertos indicaron que había que evitar el contacto con el agua y los bordes húmedos (las cianobacterias son capaces de producir afecciones en la piel como prurito, eritemas o dermatitis) se pudieron ver a varias personas en el río.

Las cianobacterias, tal como viene indicando EL DÍA, son producidas por algas que poseen un alto grado de contaminación y contienen baja cantidad de oxígeno. Es un fenómeno que puede ocurrir en estos meses de más elevadas temperaturas y mayor luz.

Científicos del Conicet advirtieron ayer que son un grupo de bacterias prehistóricas, tiñen de verde las aguas del sistema fluvial del río Paraná ante la baja del caudal por las pocas precipitaciones y llamaron a tomar una serie de recaudos ya que son capaces de producir sustancias tóxicas para la salud.

La floración de estos organismos, que dan un color verde brillante a la superficie del agua, apareció en lugares como la Laguna Setúbal o del lago del Parque Sur y suele ocurrir durante temporadas cálidas, favorecido por la bajante de los ríos y el estancamiento del agua.

“En Santa Fe venimos sintiendo desde hace unos meses el efecto del fenómeno climático conocido como Niña que, para estas latitudes, se traduce principalmente en una disminución en las precipitaciones. Esto trae aparejado que el caudal de los ríos Salado y Paraná se vea reducido”, explicó Diego Frau, investigador en el Instituto Nacional de Limnología, y agregó: “Producto de esta bajante y el estancamiento del agua se registró una floración de cianobacterias en la laguna Setúbal”.

El retén estuvo a metros de la subida a la Autopista y generó una larga fila de autos

 

El investigador precisó que se registran floraciones similares en localidades bonaerenses como Berazategui y Tigre o en la zona de Puerto Madero, en Capital Federal, porque fue transportada por el sistema fluvial del río Paraná.

“Las dificultades con las cianobacterias se relacionan particularmente con lo que se conoce como floraciones o blooms. Las mismas se producen por el exceso de nutrientes disueltos en agua, temperaturas elevadas y alto tiempo de residencia del agua, que que propician el crecimiento masivo de estos microoganismos”, aclaró.

“Cuando ocurren estos eventos de floraciones, las cianobacterias son capaces de producir sustancias tóxicas conocidas como cianotoxinas, las que son liberadas a la columna de agua, y/o sedimentos al morir los microorganismos que las contienen”, advirtió Frau.

Por último, dijo: “En presencia de una floración siempre hay que suponer que ésta es potencialmente tóxica y tomar los recaudos necesarios para evitar inconvenientes en la salud”.

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