Se cumplen 50 años de “My Sweet Lord”, el himno de Harrison

La canción de influencias hinduistas y mensaje contra el sectarismo fue el primer gran éxito del Beatle como solista

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Como anticipo de la inminente publicación de “All Thing Must Pass”, su primer disco solista tras la separación de The Beatles, George Harrison lanzó el 23 de noviembre de 1970 “My Sweet Lord”, el primer corte que se convertiría en el mayor éxito de su carrera, pero que también le traería los más grandes problemas a raíz de una denuncia por plagio.

Harrison fue conocido como el “Beatle tranquilo” por su preferencia a permanecer alejado de la fama, a pesar de ser una estrella del rock, y por su interés en el hinduismo, que comenzó a marcar su vida tras la gira estadounidense de los Beatles en 1966 y que empapa la canción que cumple cinco décadas: la devocional tonada, que en su estribillo cuenta con un coro que repite en forma de mantra los versos “Hare Krishna”, ocupó de inmediato los primeros puestos en los rankings de todo el mundo y se estableció como el primer gran impacto a gran escala de un ex Beatle en carácter de solista.

El hinduismo había permeado ya las composiciones de los Beatles, con Harrison introduciendo en las composiciones del cuarteto de Liverpool el sitar, luego de que la banda viajara a India a practicar la meditación trascendental, pero a ninguno de ellos les marcaría tan profundamente esta cultura como a Harrison. Su exitoso primer hit solista, de hecho, trató de vincular el “Aleluya” cristiano con los cantos Hare Krishna y las oraciones védicas, con la que el músico quiso lanzar una llamada contra el sectarismo religioso.

Además de su pegadiza tonada y el coro devocional, la canción también se caracteriza por el uso de la técnica del slide al interpretar la guitarra, primera incursión de Harrison en este sentido que se establecería como una suerte de sello personal en sus composiciones futuras.

El fenomenal suceso de “My Sweet Lord” iba a ir de la mano de las unánimes loas a “All Thing Must Pass”, la placa que derivó en un álbum triple cuando comenzó a acumular la gran cantidad de material escrita por Harrison para The Beatles y rechazada por sus ex compañeros de banda. Precisamente, el disco resultó una especie de dulce venganza para el guitarrista que, a modo de tardío reconocimiento, se posicionaba como el ex Beatle con su mejor debut tras la conflictiva ruptura de la banda.

DEMANDA POR PLAGIO

Pero el sabor a triunfo iba a durar poco para el abnegado Harrison debido a que el compositor Ronnie Mack lo demandó por plagio, al argumentar que “My Sweet Lord” era una copia de su tema “He’s So Fine”, popularizado años atrás por el grupo vocal femenino The Chiffons. A pesar de que Harrison afirmó que la inspiración para su canción había sido tomada del himno devocional “Oh, Happy Day”, la Justicia falló a favor de Mack al determinar que el ex Beatle había cometido un “plagio inconsciente”.

Tras el pago de una multa, el famoso guitarrista británico pudo seguir cobrando sus regalías por “My Sweet Lord”, aunque el proceso dejaría sus marcas. Una semana después de la decisión judicial, Harrison escribió una canción al respecto titulada “This Song”. Registrado en el disco “Thirty Three & 1/3”, de 1976, la canción fue acompañada de un videoclip que parodiaba el juicio a partir de un desfile de particulares personajes, como un juez malhumorado encarnado por el baterista Jim Keltner y la aparición de Ron Wood, guitarrista de The Rolling Stones.

 

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