VIEJO AMOR

 

El viento trae las cenizas de los días que se fueron y que flotan en las oscuras habitaciones de mi memoria.

Recuerdo tu vestido azul y tu sonrisa, como si fuera una música.

Y la tarde radiante que nos dimos un beso, demasiado fugaz, pero indeleble para mis labios trémulos.

Después, la arena del tiempo fue tapando todo, y ni siquiera pudo revivir la flor marchita de nuestro deseo.

¿Dónde estás, ahora que la soledad me sigue como una sombra fiel en mi jornada? Todavía espero verte a la vuelta de una esquina, o asomándote con la piel traslúcida en una tarde de sol por la ventana.

 

Texto Marco Andrés Quelas
Foto Leandro Pacheco

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