VIEJO AMOR
| 9 de Noviembre de 2020 | 23:22

El viento trae las cenizas de los días que se fueron y que flotan en las oscuras habitaciones de mi memoria.
Recuerdo tu vestido azul y tu sonrisa, como si fuera una música.
Y la tarde radiante que nos dimos un beso, demasiado fugaz, pero indeleble para mis labios trémulos.
Después, la arena del tiempo fue tapando todo, y ni siquiera pudo revivir la flor marchita de nuestro deseo.
¿Dónde estás, ahora que la soledad me sigue como una sombra fiel en mi jornada? Todavía espero verte a la vuelta de una esquina, o asomándote con la piel traslúcida en una tarde de sol por la ventana.
Texto Marco Andrés Quelas
Foto Leandro Pacheco
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE