El argentino que supo combinar fútbol y cultura con un videojuego pensado para cambiar la visión de los clubes
Edición Impresa | 26 de Diciembre de 2020 | 03:39

Nicolás Lamberti
nlamberti@eldia.com
Se llama Federico Winer, vive en Europa desde 2002, estudió varias carreras, entre ellas periodismo, pero hoy es profesor de la Universidad de Loughborough de Inglaterra, erudito en tecnología aplicada al deporte y en oportunidades digitales, y trabaja en el Instituto para el Desarrollo de Negocios en el Deporte. Se radicó en Alemania pero nació en Banfield, mamó su historia y por eso decidió crear un juego que reivindique el patrimonio cultural de su ciudad a partir del club del barrio. Es hincha del Taladro pero se autodefine como hincha del fútbol en general. Su amplia visión en la administración de negocios lo llevó a proponerle a la dirigencia de Banfield la creación de un videojuego que capte tanto la atención del hincha como la del ciudadano común que se interesa por la historia, de los cómo y los por qué. De cómo nació todo en un barrio y en una institución particular.
El juego llamado Banfield Penalty Challenge, que tendrá su lanzamiento el 23 de diciembre, consiste en ejecutar tiros desde el punto del penal a través de preguntas puntuales que alimentan el conocimiento. Una pregunta acertada, un gol. Una pregunta errada, un penal atajado. El ganador de todos los niveles obtiene la distinción de Vitalicio.
“El juego expone la cultura de la ciudad y del club, el jugador aprende sobre la historia del club y la ciudad. Patea penales, supera las rondas y a medida que supera eso, avanza en niveles. La forma de convertir goles es acertando las preguntas. Si errás el juego te indica la correcta para que aprendas. Son cuatro los niveles, arranca en la Estación de Banfield, continúa por la Sede, sigue en el Polideportivo y termina en el Estadio. Si ganás los niveles, te llevás un carnet de socio vitalicio digital”, explicó el propio Winer en diálogo con este medio.
Respecto a los objetivos, confió que la intención es ampliar la visión que tienen los clubes a la hora de hacer movidas de marketing: “La idea es expandir la marca del club, nunca sabés cómo una persona se hace hincha de un club más allá de la ligazón familiar. Algunos se pueden hacer hinchas por un jugador, hay otros que simplemente les gusta el color de una camiseta y miles de razones. Y la idea es que Banfield sea pionero en poner un juego de esta índole. El club tiene un nuevo canal de relación de sus hinchas y seguidores y fanáticos de videojuegos que les guste la iniciativa”
“Desde el marketing se pueden dar premios, llevar gente al estadio, conversar con un jugador, se diferencia de algo clásico del marketing deportivo argentino”, sostuvo.
El juego fue creado en el marco del 125 aniversario del Taladro y por tanto, 125 son las preguntas a responder: “Lo ideamos para los 125 años del club, por eso son 125 las preguntas y están divididas en muchos niveles. Hasta el más fanático puede no conocerlas...muchos no sabian que al tranvía tradicional de Banfield le decían la cucaracha. Y como esa, muchas historias. Muchos detalles que hacen a la cultura de un lugar, que hay que ponerlos en valor”.
A la hora de contar de dónde se recogió tanta información sobre el patrimonio cultural de la ciudad y del club, contó: “Somos un grupo de personas que tenemos una ligazón particular a nivel familiar. Es un primer paso, en el futuro el juego va a tener más preguntas, ojalá nos acompañen los sponsors y expandirlo a otros clubes. En este juego son más de 750 horas de programación y 8 personas detrás. Es un valor para el fútbol argentino que se pueda trasladar a una institución, a un museo, que se conecte con la gente de una forma innovadora”.
Claro que todo este trabajo para aportarle al Club tiene un costo. Y fue de “ 1 peso”. “Al club le costó 1 peso. Queremos que sea autosustentable, lo financiamos con sponsors, que a partir de una idea innovadora decidieron aportar. Es la falencia de varios clubes, que si no venden jugadores, mueren de hambre. Cada vez que un club quiere hacer algo saca del fútbol, y cuando la campaña es mala, todo se cae, no se puede sustentar nada, cuando va bien te expandís y cuando va mal te morís”.
“La nueva lógica es que todo sea autosustentable. Que tenga difusión en redes. Ojalá podamos expandirlo en el futuro aún más. Un juego de este tipo cuesta entre 6 mil y 25 mil dólares, con ese dinero asumible, se puede escalar, recaudar dentro del juego, y es una forma”.
En cuanto a qué significaría un éxito para la iniciativa desde su perspectiva, concluyó que “es un éxito sacarlo adelante. Surgió en agosto y en diciembre ya está saliendo. Hubo que remar mucho y es un éxito en sí mismo. El segundo paso es que la gente tenga una buena experiencia en el producto. Si es así, el éxito viene solo. Los clubes se tienen que acostumbrar que no solo tienen hinchas, sino clientes”.
“Sería un éxito que el resto de clubes se sumen, que sea un disparador de una nueva ola de creatividad digital para los clubes. Tienen un activo particular que es la pasión de la gente desmedida. Ese plus que tienen hay que entenderlo no como una carta blanca para hacer lo que quieran, sino como una ventaja a explotar para dar un mejor servicio. Es hora de que las herramientas digitales permitan prestar atención en tiempo y en forma”, cerró.
“Sería un éxito que el resto de los clubes se sumen, que sea el disparador de una nueva ola de creatividad”
Federico Winer, Desde Alemania
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