Críticas a las medidas redistributivas del Gobierno

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“Como era previsible, ninguna de las medidas supuestamente redistributivas del Gobierno sirvieron para reactivar. Las mediciones desestacionalizadas muestran a la actividad estancada en enero y hay sospechas de que las paradas de planta que habitualmente se hacen en el verano favorecieron los datos de este año”, señaló el economista Martín Tetaz.

Para Tetaz la economía de 2020 casi toda la atención está concentrada sobre el rumbo de la reestructuración de la deuda en dólares. La perspectiva de muchos analistas es que si se resuelve bien ese tema mejorarán significativamente las expectativas para este año y el país podría volver al circuito de la inversión e incrementar el consumo.

“Pero el coronavirus y el virus de la mala praxis de la deuda, cuyo caso cero fue el papelón de (el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel) Kicillof con el intento fallido de reperfilar el BP21, pero que después se propagó a la Nación con el AF20, complicaron mucho el panorama”, apuntó el economista Martín Tetaz en un reciente informe.

En su trabajo señala que hay sectores completamente hundidos, como en el caso de la construcción, que cayó 13,5 por ciento en enero, y resalta que aunque buena parte de ese efecto es arrastre estadístico, los despachos de cemento cerraron en febrero 25 por ciento por debajo del mismo mes del año pasado y “no parece que la reactivación esté cerca, aunque todavía los permisos de edificación hacen pie”.

Y en medio de este contexto desfavorable, el Gobierno se pelea con el campo por una recaudación potencial de US$ 400 millones, poniendo en riesgo la actividad de todo el interior del país”, destacó Tetaz en referencia al conflicto que se desató por la última suba de tres puntos porcentuales a la exportación de soja, que pasó a 33 por ciento y que implica un incremento de más de ocho puntos porcentuales en los últimos tres meses, ya que en diciembre el Gobierno la había aumentado de 24,7 por ciento a 30 por ciento.

“A la economía no le sobra nada y todas las fichas están puestas en el canje de deuda que debería ocurrir en las últimas dos semanas del mes (en curso), pero que si el Gobierno no alcanza un acuerdo con el FMI antes, es posible que postergue un tiempo”, estimó el economista.

De acuerdo con su análisis, la oportunidad es que las paridades de los bonos se derrumbaron aún más, evidenciando que el mercado descuenta un canje muy agresivo, con lo cual hay espacio para hacer una propuesta generosa que además se perciba como pagable y deje a los bonos canjeados en un terreno de rentabilidad no mayor a 10 por ciento.

 

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