Mañana, lo imposible será real

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Ricardo Jaén

@r_jaen

Finalmente arribamos al futuro tan temido y resultó que el mundo que creíamotener controlado por la tecnología y la política, es fundamentalmente inestable.

Si el mundo es inestable ya no son infalibles los modelos predictivos de análisis y sin decirlo se vuelven especulativos, esto genera “miedo” en la política, en la economía, en la salud, en la educación y en la cultura en general, porque se pierde “el control” desde el individual hasta el de los centros de poder.

La política inventó el eufemismo del “cisne negro” para explicar como una actividad de anticipación se vuelve en una de adaptación a una realidad que sorprende.

La pandemia de coronavirus entre otras muchas cosas, establece globalmente esta nueva realidad, imponiéndose brutalmente al tope de todas las agendas, de la cual “nos veníamos haciendo los distraídos” y le buscábamos explicaciones dentro de la lógica de la ciencia en cuestión que nos sorprendía para dejarnos tranquilos.

Todo sigue cambiando pero ahora exponencialmente como el miedo por la propagación del virus. Cuando pase, ¿volveremos como antes? Imposible. Ya nada será igual, ni las personas, ni las costumbres, ni la política, ni la economía, ni las naciones.

Debemos sí estar atentos para la profundización de pensamientos que van contra el progreso de la humanidad: la concentración de poder en nombre del bienestar público, el racismo en todas sus formas, los nacionalismos que excluyen, el obscurantismo en todas sus formas: de los terraplanistas (divertida) a los anti vacunas (peligrosos), la verdad única, los estados teocráticos y los intentos de cualquier índole de conculcar el derecho a la información, por mencionar los que caprichosamente se me ocurre.

Quizás nos toque asistir a un nuevo rediseño de sociedad, al menos en Occidente, aprovechemos las enseñanzas positivas que toda crisis trae, no nos atemos a nuestros esquemas ideológicos, tengamos “la cabeza abierta” para leer correctamente lo que la realidad brutal y de forma muy efectiva nos está comunicando.

Apelemos a nuestros mejores sentimientos: no seamos egoístas, seamos solidario con el otro que eso implica serlo con uno mismo. Cumplamos estrictamente todas las directivas de las autoridades sanitarias y políticas, si no podemos ayudar no molestar es un gran aporte. Cumplí con el aislamiento social o la cuarentena según te corresponda.

Por ahora no sabemos mucho, nos vamos adaptando a los acontecimientos y a los tiempos de esta crisis que tampoco sabemos cuánto se pueden prolongar, 15 días, un mes, un año. Un buen deseo es que salgamos mejor de lo que entramos.

 

 

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