Los gimnasios de la Ciudad se la rebuscan con la tecnología durante el aislamiento

Lo económico es la principal preocupación del sector. En los natatorios la situación es más crítica aún porque los gastos son mayores

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Gimnasios, natatorios y centros de entrenamiento de la Región se vieron obligados a bajar las persianas ante el “aislamiento social, obligatorio y preventivo” que rige a nivel nacional desde el pasado viernes por el avance de la pandemia del coronavirus (Covid-19). Esto generó que se las tengan que ingeniar para seguir en contacto con los clientes mediante diversas plataformas virtuales, aunque la falta de ingresos está generando una enorme preocupación.

Marilina Cabrera, dueña de un gimnasio y natatorio de barrio en la localidad de Gonnet (25 entre 504 y 505), se mostró muy golpeada por las consecuencias que le está provocando esta situación. “Se nos está haciendo muy difícil. Estamos subiendo clases a un canal de YouTube para que la gente siga manteniendo el contacto con nosotros, tenga la oportunidad de hacerlas y pueda ser solidario y seguir pagando la cuota. Esto último aún no sucedió pero es todo muy reciente. Es un golpazo enorme para mí porque vivo de esto y estoy sola”, resaltó.

En un gimnasio de 28 entre 33 y 34, las encargadas Estefanía Sappa y Rosa Procopchuk comentaron cómo se están manejando en estos tiempos de aislamiento: “El lunes 16 tomamos la decisión de cerrar. Desde ese día le enviamos a todos los alumnos del lugar las clases por WhatsApp: funcional, personalizado y pilates. La clase de Zumba se da por un grupo de Facebook online. Por ahora la gente se unió bastante a la metodología y nos acompaña en este momento subiendo las historias al Instagram del gimnasio”.

Obviamente que toda esta situación es nueva para todos, y tanto profesores como alumnos intentan adaptarse. Ailin Monti, una estudiante de 25 años que hace entrenamiento funcional en el gimnasio de calle 28, contó su experiencia: “Me parece una muy buena predisposición y acción rápida de todo el equipo docente del gimnasio. En general los ejercicios son los conocidos y, si hay algunos que no hacemos frecuentemente, nos ponen un link para ver desde YouTube como es el movimiento. Quizás es un poco difícil realizar todos los ejercicios y con el nivel de intensidad que lo hacemos en el lugar. Pero está bueno poder hacer algo, aunque sea media hora, para mantener el cuerpo en movimiento y despejar la mente de los problemas que nos rodean”.

Facundo Berón, quien está a cargo de un gimnasio que se especializa en el entrenamiento funcional en 34 entre 13 y 14, explicó que se están apoyando en Instagram: “Nosotros nos manejamos mucho por las redes sociales, especialmente Instagram, que es nuestro medio de comunicación principal con la gente, y ahora lo estamos usando mucho para seguir en contacto. Lo que hicimos fue crear una lista de ‘mejores amigos’ con todos los socios activos que tenemos actualmente en el gimnasio. Todos los días enviamos una rutina escrita que se puede hacer con el propio cuerpo o con cosas que podés tener en el hogar como una silla o elementos con peso como botellas con arena o agua”.

Los centros especializados en pilates están atravesando la misma situación que los gimnasios. Andrea Mazzoni, a cargo de uno en 68 entre 7 y 8, contó su experiencia: “Lo que estoy haciendo, ya desde la semana pasada, es mandar la rutina a un grupo de WhatsApp con todas mis alumnas. Les mando la clase y la idea es seguir por ahí. El objetivo es no dejar a una población que tenemos contenida en relación al deporte y tips de comidas. Tratamos de seguir esa comunicación para que a todos se nos haga más llevadero esto. El tema del entretenimiento es fundamental y como profesora no me puedo desligar del tema. Tengo que seguir asistiendo a mis alumnos”.

en los natatorios, preocupados

En el ámbito de los centros deportivos, sin dudas los natatorios están entre los que más preocupación muestran. Además de no poder seguir en contacto con los clientes mediante las redes sociales por el tipo de actividad que realizan, los enormes gastos que conlleva tener una pileta les está provocando enormes dolores de cabeza, más previendo que el aislamiento obligatorio tiene muchas chances de extenderse más allá del 31 de marzo.

Fernando Puchuri, de la Cámara de Natatorios, dio un panorama de la situación de los natatorios de la región en diálogo con este medio: “Hay preocupación porque por un lado están los gastos de servicios y por el otro sueldos, cargas e impuestos que son un paquete muy importante. Los mismos están cerrados desde el lunes, la gran mayoría, y el martes los restantes. Al ser lugares de alta concentración de gente nos pareció conveniente tomar esta medida a pesar de que aún no había una normativa que nos invitase a hacerlo, pero si desde el lado de la responsabilidad social. A partir de ese momento estamos en contacto con todos los lugares”.

Al ser consultado por si ya pensaron en posibles soluciones para este problema, respondió: “Por ahora nada más que algunas charlas informales con algunos de los colegas a la expectativa de que el gobierno haga un planteo, no solo para este sector, sino para los comercios, autónomos y monotributistas”.

 

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