Un gran sprint final lo llevó a la gloria
Edición Impresa | 8 de Marzo de 2020 | 04:41

Boca tuvo un renacer futbolístico tras el cambio de mando y el reinicio de una Superliga que lo tenía en los puestos de vanguardia, pero a la espera de lo que hiciera River frente a Independiente en su partido postergado.
Así, y tras un comienzo algo dubitativo con el empate ante el propio Rojo de Avellaneda, luego el Xeneize mostró lo mejor de sí, metió seis victorias de manera consecutiva y supo aprovechar el resbalón de su clásico rival para arrebatarle el trofeo de campeón.
No fue nada fácil para el nuevo equipo de Miguel Ángel Russo, que comenzó su levantada nada menos que en Córdoba, con el sufrido triunfo por 2 a 1 ante Talleres.
Luego llegó el turno de recibir a Atlético Tucumán en la Bombonera. Con algunas dudas, pero con la misma firmeza, Boca se impuso por 2 a 0, con goles de Soldano y Wanchope Ábila, de penal.
Ya en un decidido mano a mano frente al Millonario, el Xeneize no dejó dudas en Santiago del Estero y mostró carácter para golear al Ferroviario por 4 a 0.
Tampoco tuvo piedad ante el Tomba, a quien superó en la Bombonera por 3 a 0.
Llegaba otra prueba complicada, con un Colón peleando el descenso. Sin embargo, luego de un primer tiempo flojo, apareció la jerarquía azul y oro para otro contundente resultado: 4 a 0 y la presión al rival.
Así, y tras la igualdad de River frente a Defensa y la caída/empate del Millo en Tucumán, el equipo de Miguel hizo lo que debía: derrotó a Gimnasia en condición de local y logró cerrar una enorme levantada, la misma que le permitió conseguir uno de sus títulos más dulces.
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