Marcelo Horacio Garzoglio
Edición Impresa | 15 de Mayo de 2020 | 03:36

Causó un gran dolor entre sus allegados y los círculos locales de la medicina la pérdida de Marcelo Horacio Garzoglio, profesional de una larga trayectoria en la especialidad de recién nacidos y reconocido también por llevar adelante gestiones en centros de la salud de la red privada de la Ciudad. Hubiera cumplido este año 60 años.
Nacido en La Plata el 7 de noviembre de 1960, fue el hijo mayor del matrimonio constituido por Ernesto Garzoglio y Martha Sampietro. Tuvo dos hermanos, Carlos María y Ernesto Daniel, con quienes se mantuvo siempre muy unido.
Los estudios primarios y secundarios los cursó en el Colegio San Luis y la carrera de Medicina la hizo en la facultad de la Universidad Nacional de La Plata -UNLP-. Obtuvo su título de grado en 1985. Se especializó en neonatología.
Fue parte del staff profesional de la Clínica del Niño durante muchos años. En ese establecimiento se desenvolvió como médico de terapia intensiva neonatológica y pediátrica.
Llegó a ser jefe del servicio dedicado a la atención de pequeños. Tras una vasta experiencia, alcanzó a presidir el directorio de la Nueva Clínica del Niño.
Asimismo, se involucró incondicionalmente en el proyecto del Instituto Médico Platense, donde fue, también, jefe del servicio de Pediatría y Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica, y director médico asociado.
Desde ese cargo no sólo se ocupó de la conducción del sanatorio con sede en el Bosque sino también de sus anexos de Berisso y la localidad de City Bell.
A nivel institucional, representó al Instituto Médico Platense en la comisión directiva de la asociación de clínicas y sanatorios ACLIBA 1, donde ejerció una activa participación.
Metódico, meticuloso, entregado por entero a su trabajo, se lo recordará por su don de gente y su cordialidad en el trato con los colegas, compañeros de tareas y los pacientes y sus familias.
Quienes lo conocieron destacaron que se caracterizó también por ser un amante de la buena comida y un gustoso de las reuniones sociales, ya sea familiares o con amigos.
Soltero y sin hijos, volcó todo su amor hacia sus sobrinos Juan, Tomás, Agostina y Juliana. Disfrutaba de estar en familia.
Sus últimos años compartió su vida con Laura Di Lorenzo, una compañera de vida extraordinaria que estuvo a su lado hasta el último momento.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE