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Pantalla hot: series para calentar la cuarentena

La tevé puede ser una solución para las parejas que, con el encierro, fueron perdiendo la pasión. Un repaso por algunos shows que, además de entretener, pueden ayudar a subir el voltaje erótico a pesar de la pandemia

Pantalla hot: series para calentar la cuarentena

1: “Game of thrones”. 2: “The affair”. 3: “Master of sex”. 4: “Weeds”

27 de Mayo de 2020 | 05:45
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Cuarentena: día mil. Las rutinas se repiten. El fastidio se multiplica. Las parejas se agrietan, como demostraron algunas separaciones faranduleras que no soportaron la presión de la convivencia forzada. Preocupación, insomnio, cansancio, pérdida de intimidad y tiempo en solitario: nadie está de buen humor. Y el sexo sufre: con los dos (o tres, o cuatro: cosas modernas) miembros de la relación nadando en un mar de incertidumbre, es difícil encontrar el espacio (muchos cuarentenan con chicos), o el momento de inspiración mutua.

Quizás al principio el encierro encendió las fantasías, elevó la temperatura debajo de las sábanas, aumentó el voltaje de los mimos: el encierro fue para muchas parejas un reencuentro, más tiempo juntos, piel con piel, menos tiempo saliendo a las corridas del hogar, masticando una tostada fría, para llegar a tiempo al trabajo. Pero en la mayoría de los casos el fuego de esos primeros días de entusiasmo se fue apagando: ahora, con el cansancio del teletrabajo multiplicado por el estrés de una cuarentena sin final a la vista, cuando se apagan las computadoras no se encienden las velas aromáticas, sino Netflix.

Pero, ¡ojo! Porque las plataformas on demand pueden ser aliadas para volver a calentar la cuarentena, gracias a una buena cantidad de ficciones que entretienen, pero también levantan la temperatura en el living con sus besuqueos y manos audaces.

Una de las primeras series de la era moderna de la tevé en poner en pantalla problemáticas sexuales es, claro, “Sex and the City”, que los usuarios de HBO pueden ver. Quizás, bajo los estándares de hoy, el erotismo de la serie asome algo ingenuo y esporádico, pero la serie sobre las mujeres neoyorkinas buscando su destino entre relaciones y zapatos disparó una especie de subgénero sobre jóvenes navegando la sexualidad, entre las que se ofrecen series de alto voltaje erótico como “Girls” (HBO), con escenas sexuales por momentos bastante crudas, el dramón adolescente “Euphoria” (HBO), la cachonda “Elite” (Netflix), con la mitad del elenco joven de “La Casa de Papel” en plan colegial, y la británica “Skins” (Netflix), igual de cachonda que la española, aunque bastante más oscura, trabajando temas que van desde la homosexualidad a los desórdenes alimenticios.

“Skins”, al igual que “Girls”, pone sobre el tapete las problemáticas en torno al sexo de una forma a la que recién nos estamos acostumbrando: el sexo solía ser bonito, estilizado, entre gente linda con luces que no dejaban ver del todo que ocurría y un saxo sonando de fondo (la famosa música de hotel alojamiento).

Pero la nueva televisión decidió terminar con esa representación idealizada del acto sexual y mostrar las incomodidades, los problemas y decepciones en torno al acto sexual, en su variedad de colores y formas: series como el unitario “Easy” (Netflix), “Tales of the City” (Netflix), “Shameless” (Netflix), “Weeds” (Prime Video), “Bonding” (Netflix) y “Orange is the New Black” (Netflix) muestran el sexo en la vida de jóvenes y adultos de manera desfachatada, luchando por derribar mitos, quitarle solemnidad al acto y vivirlo con felicidad. En “The Affair” y “Gypsy” (ambas en Netflix), en cambio, esta nueva percepción más abierta del sexo se pone sobre la mesa, aunque de forma dramática: la intimidad revela las tramas de poder y manipulación psicológica. Todas cuentan con un nivel de picante que seguramente hará arder más de un living.

El sexo se ha vuelto eje de las ficciones, y en el camino se ha alejado de las formas del pasado, donde las escenas eróticas aportaban poco a la trama y mucho al morbo. De hecho, numerosas series lo ubican como su tema principal, mostrando y problematizando los tabúes alrededor de la intimidad. Series como la excelente “Masters of sex” (Amazon Prime Video), sobre la revolución en la medicina del sexo que terminó con todo tipo de concepciones erróneas y sufrimientos personales, y “Sex Education” (Netflix), comedia adolescente que retrata la desinformación que hay en la juventud en torno al sexo por la timidez de los mayores, instruyen. Y en el camino, quizás, inciten a los mimitos.

El sexo sigue cumpliendo su viejo rol de mostrar bellos cuerpos desnudos para calentar la pantalla en las series de época, que desde “Roma” (HBO) en adelante (pasando por “Borgia”, “Los Tudors”, “Spartacus” -Netflix- y “Versailles” -Netflix-) hicieron de la desnudez y las bacanales sexuales de la corte parte principal de su atractivo. Las siguieron, claro, las series de fantasía medieval que imitan la estética del período pero agregan espadas mágicas y criaturas mitológicas: “Game of Thrones” (HBO) tiene varias temporadas muy calientes (criticada desde el nuevo estado de cosas, aflojó e intentó democratizar la desnudez poniendo en pantalla mucha cola masculina), al igual que la romántica y fogosa “Outlander” (Netflix-Fox), y la reciente “The Witcher” (Netflix), aunque esta parece tener la idea de “ficción adulta” que tendría un adolescente, a juzgar por el grado de violencia y sexo casi explícito que pone en pantalla.

Con la misma cantidad de cuerpos desprovistos de sus ropajes y manitos cariñosas, pero mucho más desfachatadas y no convencionales en su aproximación al sexo, un puñado de series ha retratado en los últimos años la industria del sexo: un tema imposible bajo los viejos estándares, pero que hoy, en esta era de mayor revoleo de calzones, permitió el estreno de series como “The Naked Director” (Netflix), basada en la historia real de un pionero del porno japonés, o la brillante “The Deuce” (HBO), retrato de una sociedad convulsionada en los 70s y los 80s neoyorkinos desde el punto de vista de la prostitución y el nacimiento de la pornografía por video. La brasileña “Me chama de Bruna” (Fox), dueña de algunas de las escenas más hot de la tevé, también retrata el mundo de la prostitución.

Este destape, que no es cosificación sino pérdida de vergüenza, muestra a la tevé como uno de los grandes profesores de nuestra época, enseñándole a miles de televidentes placeres distintos, y mostrándoles que no dudan y sufren solos con sus problemas sexuales. Y también, como muchos profesores, pueden generar algunos ratones...

 

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