Un adolescente se suicidó en una casa de Los Hornos y hubo dudas

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La muerte de un adolescente en Los Hornos disparó una investigación que osciló entre la sospecha de un crimen y la de un suicidio, hasta que los forenses que revisaron el cuerpo en la autopsia se inclinaron por esta última hipótesis, informaron fuentes judiciales.

La víctima fue identificada oficialmente como Brian Alejandro Arellano, de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado dentro de la casilla precaria en la que vivía solo, en 52 y 151. Un familiar suyo fue quien lo halló, cerca des 8 de la mañana, con el cable de un televisor ajustado al cuello.

Dos indicios hicieron surgir la chance de que se tratara de un asesinato: el techo no tenía estructuras visibles de donde pudiera estar colgado el cable, y en su mano derecha Arellano tenía un corte compatible con heridas de defensa. Los forenses estimaron que murió de madrugada, alrededor de las 3 de la mañana.

El fiscal Martín Almirón estuvo en la escena junto con peritos de Policía Científica y detectives de homicidios, quienes no tardaron en descubrir que había un tirante en el techo que se había quebrado, probablemente por el peso del cuerpo, y que en el bolsillo derecho del pantalón el joven tenía una navaja pequeña al lado de un encendedor, por lo que no descartaban que él mismo se hubiera lastimado, ampliaron los voceros consultados por este diario.

La autopsia realizada en las primeras horas de la tarde despejó todas las dudas, por lo que el fiscal ordenó recaratular la causa como “suicidio”.

De este modo, quedó totalmente desvinculado el pariente que halló el cuerpo y fue trasladado a la comisaría Tercera para tomarle declaración, en medio de fuertes incidentes que se generaron en el barrio con el traslado del cuerpo.

Hubo forcejeos, gritos y patadas contra la policía, que fueron rápidamente controlados.

 

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