María Soldi: “Es difícil pensar en el futuro cuando parece que no hay futuro”

La actriz de “Historia de un clan” estrena “Algo con una mujer”, un policial de época donde un ama de casa es la única testigo de un crimen

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Por PEDRO GARAY

pgaray@eldia.com

Al otro lado del teléfono está María Soldi: a horas de estrenar la cinta que protagoniza, “Algo con una mujer” (se verá esta noche por Cine.Ar y desde mañana estará en la plataforma Cine.Ar Play), la joven actriz que el público recuerda por su papel en “Historia de un clan” dice estar atravesando esta cuarentena “muy bien, en un lugar muy hermoso” donde “no me falta nada”, en el interior del país, donde todo “es un poco más airoso, y se vive de otra manera que en la capital, así que por ahora no enloquecí. Cocino, leo, veo series que nunca hubiese visto”.

“No queda otra”, se resigna Soldi, y cuando en diálogo con EL DIA surge la incertidumbre laboral en estos tiempos pandémicos, también se muestra tranquila: “Siempre está esa inquietud en este trabajo, de pensar qué va a pasar cuando se me terminen los ahorros. Pero el trabajo de actriz es vivir en este subibaja, así que esta quietud no es novedad para mi”, dice Soldi.

Nominada al Martín Fierro a revelación por su papel como Silvia Puccio en la serie sobre el sangriento clan, Soldi se ha consolidado desde aquel debut televisivo como una actriz de cine, antes que de televisión, trabajando en películas como “Música Para Casarse”, “Mi obra maestra” y “Barrefondo”, y debutando ahora como actriz protagónica en “Algo con una mujer”, cinta de Luján Loioco y Mariano Turek: la intérprete llegó al proyecto a través de Loioco, con quien había trabajado en un cortometraje; la directora le envió el guion y “lo leí de un tirón, como si fuera una pequeña novela”.

En la cinta, Soldi interpreta a Rosa, costurera y aburrida ama de casa, amante de las historias de detectives, que pasa gran parte del tiempo sola, mientras su marido milita en el convulsionado 1955, a meses de la Revolución Libertadora. Todo cambia, claro, cuando Rosa se convierte en la única testigo de un crimen, un hecho que dispara su imaginación y la convierte en protagonista de su propia historia, que es, claro, un policial.

“Me atrapó su sencillez”, dice Soldi sobre el guion “limpio, que empieza y termina, una historia redonda”. Pero, a la hora de pasar de la letra escrita a la pantalla, los desafíos se multiplicaron: Soldi tenía que ponerse en la piel de una mujer casada, de otra época y con otra mentalidad, y actuar, además, en otro tono, entre el policial negro y el melodrama.

“Fueron meses de ensayos, charlas, prueba y error, hasta ir encontrando el tono, la forma de caminar”, relata Soldi. Su Rosa, además, cambia bruscamente cuando promedia la película: el crimen transforma su pasividad en emoción. Por eso, teoriza Soldi, no le cuenta a nadie del crimen que vio: “A ella no le pasaba nada: tenía una vida de ama de casa, bastante convencional, reprimida… De alguna manera, ese crimen la llena de adrenalina, de excitación. Es lo que la mantiene viva: ella no quiere irse de esa película, y queda atrapada en esa novela, se come la novela, y juega al detective, se siente perseguida, se mueve según cómo ella cree que sería actuar en un policial”.

Esa idea de una mujer que actúa como en una película le ayudó, cuenta Soldi, a encontrar el tono justo, pensándose “como en una película vieja, pensando en interpretaciones en un registro que no se ve en el cine actual”.

Rosa llegará hoy a las pantallas argentinas, en medio de una pandemia que suspendió rodajes y oportunidades laborales, también para Soldi, que se encontraba filmando una película cuando el virus estalló.

“Qué difícil pensar en el futuro en este momento, es como un momento donde no hay futuro, ni en el cine ni en ningún lado”, dice Soldi de las perspectivas del cine y el trabajo después de la pandemia, aunque, agrega con esperanza, “confío en la humanidad. Pienso que quizás, frente a tremenda crisis se puedan generar cosas nuevas, nuevas formas de comunicar, nuevas historias. Soy un poco romántica, quizás, en ese sentido, pero creo que en las crisis aflora la creatividad”.

“Vivimos, de todas maneras, un poco así en Argentina, de crisis en crisis, y siempre el cine sale golpeado, siempre falta, siempre hay que estar recortando”, cierra Soldi. “Se hace difícil: hay ideas, pero siempre tenés que adaptarla a los medios de producción”.

 

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