Ojo con el carbón vegetal para blanquear los dientes

Especialistas alertan que este método que es furor en las redes sociales no es seguro para la salud bucal

Edición Impresa

Todo lo que aparece en Instagram, está en el mundo, de alguna u otra forma llega a cada usuario. Y la última tendencia viral de esta red social está relacionada directamente con la belleza: el blanqueamiento dental con carbón vegetal.

En las historias aparecen numerosos usuarios e influencers que comparten sus descubrimientos y experiencias y muchos otros, lejos de informarse sobre este método, acuden a realizarlo sin bases, ni conocimientos. Algo muy peligroso desde cualquier punto de vista.

Es por eso que los especialistas cuentan todo sobre este método de blanqueamiento dental. Si bien la imagen es nuestra primera carta de presentación y cuidarla es un tremendo beneficio, porque lo que proyectamos hacia los demás influye mucho, lo cierto es que estar presentable y ser estético no tiene que lograrse a cualquier precio.

Un tono blanco en la sonrisa proyecta pureza pero cuidado con todos los productos milagrosos que se ofrecen por las redes sociales.

Las fórmulas para blanquear los dientes a base de carbón vegetal activado están revolucionando las redes. Prometen dejar la sonrisa blancas sin moverse de casa, lo cual es un dato más que importante en cuarentena, pero lo que nadie dice es que no hay ninguna base científica que demuestre su verdadera eficacia, advierten los especialistas.

El carbón vegetal activo se obtiene a partir de carbones de cáscara de coco, madera, lignitos y turba. Es una sustancia, por tanto, de origen vegetal. Se somete a procesos cuya finalidad es aumentar su grado de porosidad y superficie interna, es decir, se activa y se crea esa porosidad durante su fabricación a temperaturas elevadas, en una atmósfera especial y con una inyección de vapor. Este proceso le da la propiedad de tener un gran poder de adsorción, que no absorción. Es decir, le da el poder de retener sustancias no deseadas como químicos, gases, bacterias o toxinas al entrar en contacto con él. De hecho, tradicionalmente se ha usado para eliminar toxinas y sustancias nocivas ingeridas con los alimentos, como un antiácido natural.

Si se aplica todo esto a un proceso de blanqueamiento dental lo que se encuentra es un polvo fino para cepillar los dientes que se suele utilizar en el cepillado habitual, entre 3 y 5 minutos al día, como método casero de blanqueamiento.

¿Sólo blanquea la dentadura o hay efectos secundarios?

Hay al menos dos experiencias en este sentido, según los expertos. Un estudio realizado in vitro, es decir, sobre dientes extraídos y por otra parte, la utilización del producto sobre un paciente real que nunca se había blanqueado los dientes con ninguna otra técnica. En ambos casos, tanto en el estudio in vitro como en el estudio sobre el paciente real, no se observó objetivamente, es decir, midiendo el color dental con un espectofotómetros, ninguna mejora en el color del diente.

Lo que sí se vio en los dientes extraídos fue que en los lugares del esmalte donde había pequeñas grietas, el carbón activo se introducía en el interior y era capaz de teñir esas grietas de negro. Es decir, todo lo contrario a lo que se pretende lograr.

Es por eso que hay que ser cuidadoso con lo que se ofrece en las redes y quienes lo hacen tendrían que ser más responsables.

Al tratarse de un producto con un nivel de abrasividad que no está controlado, lo mas habitual es que el uso continuado de este método termine dañando, rayando o lesionando la superficie del diente, entre otros efectos adversos. Esto quiere decir que el diente irá perdiendo brillo y se irá haciendo mate con el tiempo.

Son productos que no tienen estudios científicos que los avalen, no sólo en cuanto a su efectividad, sino al daño estructural, ya que se desconoce su acidez o pH y su abrasividad. Y una de las razones por las que los usuarios acuden a él, está en su precio: como son productos que no cuestan demasiado dinero, la gente tiende a probarlos porque consideran que si no les hace efecto, tampoco han invertido mucho. El problema es que la inversión se está haciendo sobre piezas dentales que son caras de reparar.

Alternativas

Si se quiere tener una sonrisa reluciente pero de forma segura, lo mejor es acudir a un profesional. Un odontólogo sabrá mejor que nadie qué productos y métodos serán los mejores para cada persona.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE