Con recetas de médico, sellos y drogas cayó “el economista”, presunto dealer en la Zona Roja

El hombre de 50 años fue arrestado en su casa de 63 entre 1 y 115. Lo acusan de usurpación de título. Un robo que encendió la sospecha

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“Cuidado que soy economista”. La recepción con advertencia dejó mudos a los policías de la comisaría novena que ayer fueron con una orden de allanamiento a un departamento de planta baja situado en 63 entre 1 y 115. Más tarde, un jefe de la fuerza seguía desorientado con el intento de “chapeo” en una causa que investiga la provisión de drogas a la Zona Roja que desde el principio tuvo elementos curiosos.

Al cierre de esta edición no estaba claro qué profesión podría tener el hombre de 50 años que quedó arrestado. Según la Policía, en el departamento, el equipo policial halló 6 recetarios médicos con diseño gráfico de Agremiación Médica Platense y sellos iguales a los que usan los médicos. No tenían el nombre del sospechoso, S.A.M.

El detenido tenía credenciales como supuesto empleado en dos organismos de la Nación

 

Así como se calcula que no cura ni ayuda a prevenir enfermedades y tampoco es real la “chapa” de analista de los mercados, también generaba desconfianza entre los investigadores anoche la veracidad de las credenciales del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, con su nombre y otros datos, que se hallaron en la vivienda.

Los policías venían investigando al ahora arrestado por los delitos de tráfico de drogas desde principios de mes. Entonces, se inició una causa en la fiscalía penal Nº 18, especializada en temas de drogas, a cargo del fiscal Hugo Tesón.

Las tareas de vigilancia y recolección de datos tuvieron el pasado 9 de agosto, un episodio al que la fuente consultada ayer en la Bonaerense dijo no poder relacionar al caso.

Eso sí, aseguró que aumentó las sospechas hasta un punto límite. Aquel domingo, ya de noche, un hombre caminaba por la calle 63, desde 1 a 115 y tras permanecer unos instantes parado en la puerta del pasillo que lleva a su casa, fue sorprendido por tres jóvenes que bajaron corriendo de un auto negro. Lo habían visto pasar caminando con un tranco lento, como de quien sale de la casa a tomar aire.

Según informó entonces la policía, el vecino fue golpeado por los ladrones, que entraron a su casa y le robaron lo básico: la billetera y el celular.

El ataque no sorprendió en una cuadra de la zona neurálgica de la Zona Roja donde la violencia y el delito dan pavor. A principios de mes, la actividad nocturno de las travestis generó una fuerte reacción del vecindario, en 2 y 63. Incluso, hubo una confrontación con un vecino. El frentista luego sufrió un incendio y la puerta de su casa y decidió llevarse a su familia de ese barrio.

En marzo, un sábado alrededor de las 7 de la mañana, en lo que aparentaba ser un a escena de la oferta sexual, una trans le practicaba sexo oral en plena calle a un joven.

El presunto cliente estaba desprevenido de lo que vendría. Apareció otro joven con un arma y le exigió entregar sus pertenencias. Al forcejear con el ladrón vio que perdería, ya que la trans se incorporó con la única finalidad de ayudar al delincuente. Era su cómplice. También esa vez quedó todo filmado.

Lo que a los policías le encendió las sospechas esta vez fue que “cuando ocurrió esa entradera fueron policías a la casa para iniciar la actuación por robo y el hombre se negó a hacer la denuncia”.

No solo eso. La fuente aseguró que su comportamiento terminó desafiando a los encargados de la pesquisa: “le explicamos que había que investigar el hecho y se negó a que los peritos de la policía científica entraran a la casa”.

Los policías, volvieron ayer con una orden de allanamiento y una acusación en contra del dueño de la vivienda. Incautaron 101 bolsitas con pequeñas dosis de cocaína y algunas “piedras”, que dieron en total 149 gramos; tres tiras plásticas de psico fármacos; y una balanza.

A la vez, los pesquisas se llevaron una serie de papeles con anotaciones de nombres, pesos (en gramos) y montos de plata que lo complicarían más ante la ley en la causa por comercialización de drogas.

Se sospecha que se encargaría de proveer a quienes a diario se paran en las esquinas a ofrecer sexo y drogas. Según los vecinos, esta última, una actividad que se domina las calles de la Zona Roja.

 

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