“Sueño bendito”: la serie de Maradona ya genera polémicas y peleas en el seno del clan

La familia “original” la rechaza, Coppola desmiente y otros actores se quejan. Mientras tanto, los hinchas señalan inexactitudes

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“Sueño bendito”, la serie que retrata la vida de Diego Maradona desde sus orígenes hasta sus días gloriosos y su caída, ya comienza a generar los primeros debates entre los televidentes y, sobre todo, entre el clan del Diez, que desde su muerte no ha dejado de cruzarse una y otra vez.

De hecho, uno de esos cruces fue por esta serie: antes de su estreno, Claudia Villafañe interpuso un recurso legal contra la serie a causa de un guión que se había filtrado, y que la dejaba mal parada. Finalmente, al menos en la primera mitad de la serie, Claudia ha sido retratada con respeto, y uno de los temas que más molestaba a Villafañe, la leyenda de que quien inició a Maradona en la droga fue su papá, Coco, finalmente es retratado de otra forma en la serie.

De todos modos, la familia “original” de Diego se sigue mostrando contra la serie, como demostró el tuit de Dalma Maradona el jueves, día del estreno del primer episodio en Canal 9: “¡Hoy es una hermosa noche para dejar de seguir gente!”, manifestó la actriz.

Y es que quizás no se trata tanto del contenido de la serie: la pelea familiar contra Amazon Prime Video y su producción no parece tratarse tanto de las inexactitudes históricas que puede tener la serie, que, desde ya, las tiene (es una ficción, al fin y al cabo), sino la explotación de los derechos de imagen de Diego, uno de los conflictos más importantes que enfrenta a los distintos “bandos” del clan.

De hecho, el estreno de la serie, aprobada por Maradona, mientras vivía, tuvo su avant premiere sin miembros de la familia, y llegó a la pantalla luego de que Dalma disparara una vez más contra Matías Morla y sus socios. “Que quede claro que ninguno de ellos tiene derechos sobre la imagen, la voz o el nombre de mi papá”, aseguró la hija del Diez y calificó a quien fue el abogado de su padre de “estafador”. Morla respondió metiendo el dedo en la llaga: “Las responsables de que a Diego no lo acompañara un médico clínico son las hijas”, tiró el abogado, que anunció que viajará al homenaje que le harán a Maradona en Arabia Saudita Boca y Barcelona.

INEXACTITUDES

Si bien la guerra económica del clan está en el centro de las peleas, lo cierto es que la serie también despertó debate, tras un solo episodio, por algunos errores históricos que no parecen tanto licencias de la ficción como omisiones que cambian la historia.

Sin ir más lejos, Guillermo Coppola habló de una de las escenas clave del primer capítulo, cuando trasladan al Diez a la clínica, y, aunque aclaró que no iniciará acciones legales, mostró que su visión de los hechos dista mucho de lo narrado en la bioserie.

En la secuencia, Guillote aparece más preocupado por evitar el revuelo mediático que por llevar a Maradona a la clínica, al punto de que para a cargar nafta y hasta se pide un café mientras Diego pelea por su vida. Pero Guillote dice que no es cierto.

Coppola contó que tuvo que cargar nafta pero “no pedí café porque no tomo café, pero no importa. Tomé durante 21 años en el banco. Llegaba el cliente, ¿y qué le ofrecías? Un café y un cigarrillo”. ¿Un mito que la ficción compró, o una forma de mostrar a través de una escena ficticia lo que ocurría alrededor de Maradona en aquel año 2000 en que casi se muere, con apenas 39 años?

Guillote también afirmó que aquellas horas fueron mucho más dramáticas, y que “no se contaron las horas previas, ¿Qué pasó? ¿Dónde fue Diego? ¿Por qué lo encontré como lo encontré? Era mucho más dramática la situación, y que yo pidiera café no tiene nada que ver”.

“Me toca ser el villano, ¿cuál es? ¿Les parece que la ficción puede dañar la imagen de una vida ya transcurrida y hecha? Estoy grande, pasé los 70 ampliamente. Tuve antes de Diego 183 futbolistas, con familia, con mujeres, con hijos, con padres.... ¿Les parece que, a esta altura, con el camino casi recorrido de la vida me puede preocupar una ficción?”, disparó Coppola, quien dijo que no irá a los tribunales porque es una serie que firmó Diego.

También habló el hijo de Jorge Cyterszpiller, y dijo que nadie lo llamó para usar los derechos de imagen de su padre, y que “veremos qué acción tomar”. Seguramente Juan termine tomando alguna decisión, porque la serie muestra que el divorcio entre Diego y su papá se debe a manejos espurios del primer manager del crack.

Mientras tanto, los hinchas de Diego señalaron otros problemas de la serie a la hora de retratar la historia: la muerte de Perón en el mismo año que ingresa en los Cebollitas (Diego tenía 9 años, es decir, era 1969, pero Perón muere en 1974) parece un intento de la serie de forzar situaciones históricas en el relato del Diez (como si hiciera falta, como si Maradona no fuera suficiente) para exportar la tira al exterior. Tampoco hay un registro de la declarada y fervorosa relación de la familia con el peronismo que retrata la serie, que, si es una licencia poética para reflejar la filiación de Diego con lo popular, no hacía falta. De la misma manera, fue muy criticada la inclusión de la trama militar que se verá a partir del episodio 2: si Malvinas tiene una conexión más cercana a la biografía de Maradona, no ocurre lo mismo con las Abuelas, a las que la serie, otra vez para venderse al exterior, incluye en la trama como si un productor lo hubiera ordenado desde arriba...

“Sueño bendito”, la serie que retrata la vida de Diego Maradona desde sus orígenes hasta sus días gloriosos y su caída, ya comienza a generar los primeros debates entre los televidentes y, sobre todo, entre el clan del Diez, que desde su muerte no ha dejado de cruzarse una y otra vez.

De hecho, uno de esos cruces fue por esta serie: antes de su estreno, Claudia Villafañe interpuso un recurso legal contra la serie a causa de un guión que se había filtrado, y que la dejaba mal parada. Finalmente, al menos en la primera mitad de la serie, Claudia ha sido retratada con respeto, y uno de los temas que más molestaba a Villafañe, la leyenda de que quien inició a Maradona en la droga fue su papá, Coco, finalmente es retratado de otra forma en la serie.

De todos modos, la familia “original” de Diego se sigue mostrando contra la serie, como demostró el tuit de Dalma Maradona el jueves, día del estreno del primer episodio en Canal 9: “¡Hoy es una hermosa noche para dejar de seguir gente!”, manifestó la actriz.

Y es que quizás no se trata tanto del contenido de la serie: la pelea familiar contra Amazon Prime Video y su producción no parece tratarse tanto de las inexactitudes históricas que puede tener la serie, que, desde ya, las tiene (es una ficción, al fin y al cabo), sino la explotación de los derechos de imagen de Diego, uno de los conflictos más importantes que enfrenta a los distintos “bandos” del clan.

De hecho, el estreno de la serie, aprobada por Maradona, mientras vivía, tuvo su avant premiere sin miembros de la familia, y llegó a la pantalla luego de que Dalma disparara una vez más contra Matías Morla y sus socios. “Que quede claro que ninguno de ellos tiene derechos sobre la imagen, la voz o el nombre de mi papá”, aseguró la hija del Diez y calificó a quien fue el abogado de su padre de “estafador”. Morla respondió metiendo el dedo en la llaga: “Las responsables de que a Diego no lo acompañara un médico clínico son las hijas”, tiró el abogado, que anunció que viajará al homenaje que le harán a Maradona en Arabia Saudita Boca y Barcelona.

Si bien la guerra económica del clan está en el centro de las peleas, lo cierto es que la serie también despertó debate, tras un solo episodio, por algunos errores históricos que no parecen tanto licencias de la ficción como omisiones que cambian la historia.

Sin ir más lejos, Guillermo Coppola habló de una de las escenas clave del primer capítulo, cuando trasladan al Diez a la clínica, y, aunque aclaró que no iniciará acciones legales, mostró que su visión de los hechos dista mucho de lo narrado en la bioserie.

En la secuencia, Guillote aparece más preocupado por evitar el revuelo mediático que por llevar a Maradona a la clínica, al punto de que para a cargar nafta y hasta se pide un café mientras Diego pelea por su vida. Pero Guillote desmintió todo.

También habló el hijo de Jorge Cyterszpiller, y dijo que nadie lo llamó para usar los derechos de imagen de su padre, y que “veremos qué acción tomar”. Seguramente Juan termine tomando alguna decisión, porque la serie muestra que el divorcio entre Diego y su papá se debe a manejos espurios del primer manager del crack.

Mientras tanto, los hinchas de Diego señalaron otros problemas de la serie a la hora de retratar la historia: la muerte de Perón en el mismo año que ingresa en los Cebollitas (Diego tenía 9 años, es decir, era 1969, pero Perón muere en 1974) parece un intento de la serie de forzar situaciones históricas en el relato del Diez (como si hiciera falta, como si Maradona no fuera suficiente) para exportar la tira al exterior. Tampoco hay un registro de la declarada y fervorosa relación de la familia con el peronismo que retrata la serie, que, si es una licencia poética para reflejar la filiación de Diego con lo popular, no hacía falta.

 

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