Después de entrenar: ¿Qué puede ayudar a combatir los dolores?

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Cuando los músculos se encuentran rígidos y doloridos, el deporte intensivo queda descartado. Un experto explica qué es bueno y de qué resulta mejor prescindir cuando se está en esta situación.

El movimiento bien dosificado, por ejemplo, puede ayudar a deshacerse un poco más rápidamente del dolor muscular. “De esta manera aumenta la circulación sanguínea y las zonas musculares dañadas se curan más rápidamente”, señala el fisioterapeuta Alexander Srokovskyi, a la vez que recomienda dar paseos, practicar natación y andar en bicicleta.

LOS MÚSCULOS AFECTADOS

No se debería someter los músculos afectados que duelen a una carga mayor. O sea, ni entrenarlos ni extenderlos, siguiendo el consejo de los expertos.

Porque de esta manera no se consigue el efecto deseado, según aclaran, e incluso disminuye el rendimiento. Y, en el peor de los casos, puede llegarse a distensiones o desgarros de las fibras musculares.

Según indica este especialista, hay que tener especial cuidado si el músculo duele en el origen o en la inserción, es decir, en las zonas en las que está ligado a los huesos. Srokovskyi comenta que esto es un signo seguro de una sobrecarga importante.

En tanto, si al presionar el músculo en su parte más gruesa, este molesta, se trata de un ligero e inofensivo dolor muscular.

Las compresas tibias, los baños calientes o las visitas al sauna son relajantes para los músculos cansados. Estos tratamientos de bienestar también estimulan el metabolismo, al igual que los baños helados y las duchas que alternan agua fría y caliente.

En cambio, los masajes no son recomendables para los dolores musculares por entrenamiento. Si se presiona demasiado o con demasiada fuerza, esto irritará aún más las fibras y posiblemente agravará los pequeños desgarros. El experto aconseja masajear las zonas doloridas solo con mucha suavidad.

Lo que puede ayudar, puntualiza Srokovskyi, es el drenaje linfático: a partir de estas pequeñas lesiones en los músculos, que provocan el típico malestar muscular, se producen acumulaciones de agua. En este sentido, un tratamiento “descongestivo” es beneficioso para favorecer la curación.

Aún sabiendo que hay malestares peores y que una pequeña molestia muscular cada tanto no se siente tan mal, se plantea la pregunta: ¿no se podría evitar esto directamente de entrada?

Sí, la prevención es posible. Para ello, apunta Srokovskyi, hay que poner el foco sobre todo en el diseño de los entrenamientos y es conveniente realizar deporte de forma regular y adecuada.

Quien incremente el grado de exigencia, debe hacerlo de forma paulatina y en pequeños pasos. Asimismo es importante efectuar un buen calentamiento antes de comenzar con el ejercicio.

Y un consejo más de los expertos: implementar una alimentación saludable y rica en magnesio. Las semillas de girasol, las nueces de Brasil, los dátiles, las espinacas, los copos de avena o el parmesano, por ejemplo, pueden puntuar con un contenido comparativamente alto de este mineral.

 

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