A la hora de la siesta: asaltaron a dos jubilados en La Loma

El hecho ocurrió en una casa de 28 entre 45 y 46. Los asaltantes eran tres y redujeron a un hombre de 87 años y a su esposa, de 79, a quien le pegaron en un ojo. Le sacaron unos $ 50 mil, 2 relojes y una cadenita de oro

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Un matrimonio de nacionalidad italiana sufrió en las últimas horas el segundo asalto en su vivienda del barrio La Loma.

En ambos casos, según contaron ayer en el lugar, el hombre, de 87 años, y su mujer, de 79, se encontraban durmiendo. Y en las dos ocasiones actuaron tres delincuentes armados.

El último de estos ataques se produjo el viernes, alrededor de las 15, cuando la pareja dormía la siesta en su casa de 28 entre 45 y 46.

Antes de que pudieran constatar esa situación, tres ladrones barretearon la puerta de entrada del domicilio y subieron la escalera que conduce a la planta alta.

Al dirigirse al dormitorio principal, notaron que la pareja de jubilados se hallaba entregada al descanso. Y no dudaron en convertirlo en una pesadilla.

“NOS PEDÍAN DÓLARES”

En la tarde de ayer, este diario fue a ese inmueble y obtuvo el testimonio de Salvador Basile (87), quien relató en detalle cómo se desarrolló el asalto.

Con una hija al lado suyo, Salvador precisó que “el asalto fue a eso de las 3 de la tarde del viernes, cuando con mi señora estábamos durmiendo la siesta”.

Una vez que la banda le dio a conocer sus intenciones, “mi mujer intentó resistirse y uno de los ladrones le dio un cachetazo en un ojo”, reveló el jubilado.

Convencido de que ofrecer resistencia sólo iba a servir para enfurecer más a los asaltantes, mencionó que entonces “decidí decirles dónde estaba la plata que querían, pero les pedí que a cambio no nos golpearan”.

Fue así que los delincuentes consiguieron alzarse con “entre 40.000 y 50.000 pesos”.

Pero, además de dinero en efectivo, los intrusos querían obtener un botín mayor.

De allí que “también robaron una cadenita de oro, dos relojes y hasta una botella de whisky que me habían regalado hace un tiempo y todavía no habíamos abierto”.

Sin embargo, una y otra vez, el matrimonio escuchó de boca de esos delincuentes la exigencia de que “les diéramos dólares”.

“Pero les dije que dólares no tenemos, que somos jubilados que cobramos muy poco. Y si hubiéramos tenido dólares en algún momento, los gastábamos seguro, en vez de ahorrarlos”, remarcó Salvador.

Enseguida citó que “los ladrones nos decían que cobrábamos una pensión del gobierno italiano, lo cual no pasa en nuestro caso. O sea que parece que conocían que somos italianos”.

La insistencia de los asaltantes por procurar obtener una mayor cantidad de dinero fue tal que, cansado por la situación, Salvador le dijo a uno de ellos “si querés matame, pero no tengo más plata de la que ya tienen”.

El martirio por la presencia de esta banda en esa vivienda duró “entre 35 a 40 minutos”.

En ese lapso, además de hostigar con amenazas a las víctimas, “nos vaciaron los placares y dejaron un desorden impresionante”.

“LA OTRA VEZ FUE PARECIDO”

Por otra parte, Salvador recordó que “hace 5 años también entraron a robarnos cuando dormíamos con mi señora”.

A diferencia de lo ocurrido el viernes, en aquella ocasión “se metieron en casa luego de treparse hasta llegar al balcón de la planta alta, cuando dormíamos de madrugada”.

“Fue a las 2 de la mañana de una noche calurosa de enero y encima estábamos sin luz en casa”, puntualizó luego.

Si bien el jubilado no está seguro de que aquella vez y el viernes hayan actuado los mismos delincuentes, las dos veces -casualidad o no- los desconocidos eran tres y para quitarles sus pertenencias, primero los maniataron.

Además, en el hecho de inseguridad ocurrido hace un lustro en esa misma vivienda “nos sustrajeron dinero y nos ataron de pies y manos”.

“Me acuerdo que, inclusive. cortaron el cable del teléfono”, acotó.

Consultado sobre lo que les robaron en esa oportunidad, Salvador respondió que “también se llevaron el dinero de nuestras jubilaciones, un anillo de oro y una cadenita”.

CÁMARAS Y ALARMA

Este nuevo asalto en su casa, decidió a este matrimonio a recurrir a la tecnología en procura de intentar disuadir a los delincuentes. “Vamos a hacer instalar cámaras de seguridad y un sistema de alarma para la casa. Y esperamos además tener la Alarma Vecinal”, cerró Salvador.

 

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