Un problema que impactó especialmente sobre la población infantil

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En un momento en que “más del 41 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en la Argentina tiene problemas de sobrepreso u obesidad”, el defensor adjunto del Pueblo de la Provincia, Walter Martello, advirtió que la pandemia “empeoró la situación”.

Como precisó Martello, un estudio realizado en Italia, tomado como referencia por profesionales del Hospital Garrahan, mostró que durante la cuarentena los niños y adolescentes no manifestaron cambios favorables respecto de la ingesta de vegetales ni frutas durante la cuarentena y, por el contrario, aumentaron la ingesta de papas fritas, carnes rojas y bebidas azucaradas

“El incremento en el consumo de este tipo de alimentos y bebidas aumentó en un rango de 5 a 1 entre niños, niñas y adolescentes”, detalló el defensor adjunto, para quien “urge en la salida de la pandemia, ante la vuelta al sistema de educación presencial, aplicar la legislación vigente que impulsa hábitos saludables desde los entornos escolares, como así también avanzar en distintas herramientas para reducir la exposición a la promoción e influencia de bebidas y alimentos malsanos”.

Desde hace cinco años, en la provincia de Buenos Aires, rige la Ley 14556 que establece la estrategia integral de educación para la salud. Esta normativa resulta aplicable en el sistema educativo en todos sus ámbitos, niveles y modalidades, de gestión estatal y privada.

Esta ley, entre otros aspectos, dispone que deben incluirse contenidos para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades en la currícula, con una secuencia lógica y progresiva, ajustada a los requerimientos, mediante una metodología que favorezca la participación de los alumnos y alumnas. A su vez, obliga a que los comercios, ubicados en los establecimientos educativos, garanticen el expendio de productos tendientes a promover una alimentación saludable.

“Creemos necesario fortalecer y mejorar lo establecido en la Ley 14556 y su norma reglamentaria, incorporando de manera expresa y pormenorizada a la currícula contenidos de Educación Alimentaria Nutricional (EAN), empezando desde la enseñanza inicial y básica y continuando en la enseñanza secundaria o su equivalente”, concluyó el defenso.

 

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