Suspenden todos los vuelos desde Brasil, Chile y México

Con las nuevas restricciones los pasajeros deberán pagar el PCR y la estadía para el aislamiento, que será obligatorio. El objetivo es frenar una segunda ola de COVID-19

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En medio del crecimiento de contagios y para frenar la segunda ola de coronavirus en el país, el Gobierno nacional resolvió suspender desde mañana los vuelos procedentes de Brasil, Chile y México, que se sumarán así al Reino Unido e Irlanda del Norte. Se trata de una decisión administrativa de la Jefatura de Gabinete, por tiempo indeterminado, y será publicada hoy en el Boletín Oficial.

La suspensión de vuelos desde Brasil, Chile y México se debe a la “preocupación de todas las variantes de Covid-19” que existen en esos destinos, remarcaron fuentes oficiales y puntualizaron: “En el caso de Brasil y Chile es porque son países vecinos y tienen muy alta circulación comunitaria de la cepa de Manaos, mientras que México se incluye en la medida porque muchas personas (entre ellos más de 40 egresados bonaerenses) vinieron contagiadas de allí, aunque con otra cepa distinta a la de Manaos”.

Como las medidas entrarán en vigencia mañana, desde la Rosada advirtieron que los argentinos que estén en alguno de los destinos vedados deberán reprogramar con su aerolínea la fecha de regreso para evitar quedar varados.

Los viajeros que ingresen al país deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino a la Argentina. Además, deberán hacer otro testeo al pisar territorio nacional y uno más al séptimo día de ingreso. Todos estarán a cargo del pasajero.

Las personas que den resultado positivo al llegar al país deberán realizar otro testeo de secuenciación genómica y, junto con sus contactos estrechos, cumplir aislamiento en los lugares “que indiquen las autoridades nacionales”, hasta su traslado seguro hasta la residencia si correspondiera. Mientras que la estadía será a cargo del pasajero.

Las disposiciones, que copian el modelo canadiense, determinarán para quienes resulten negativos cumplir con el aislamiento en sus domicilios y realizar un nuevo test para finalizarlo. Quienes regresen del exterior, anticiparon desde el Gobierno, estarán obligados a aislarse durante 10 días, contados desde el primer testeo realizado en el país de origen.

El viajero deberá declarar además los lugares en los que estuvo los últimos 14 días previos al reingreso al país.

Según advirtieron desde el Gobierno, se controlará que quienes regresaron de viaje estén cumpliendo el aislamiento en sus domicilios. Y, en caso de verificarse el incumplimiento, las autoridades deberán radicar una denuncia penal de acuerdo con los artículos 205 y 239 del Código Penal (por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública). Las penas van desde los 15 días a los dos años.

Con estas restricciones, el Gobierno busca desalentar los viajes hacia y desde el exterior, al mismo tiempo que busca prevenir la segunda ola de coronavirus con el ingreso de nuevas cepas (sobre todo, de la virulenta variante brasileña de Manaos).

Hasta hoy, solo estaban prohibidos los vuelos desde Gran Bretaña e Irlanda y regía el cierre de fronteras para el turismo.

Ahora, tras largas semanas de deliberación, el Gobierno resolvió avanzar con más controles para los argentinos que regresan del exterior. Se busca así desalentar los viajes no esenciales, más aún teniendo en cuenta la inminencia del éxodo por Semana Santa.

La Argentina “está todavía con un número de casos elevado”, advirtió el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sobre la nueva decisión y avisó que habrá un control “más riguroso” de fronteras.

También, el Gobierno recomendó en forma enfática “no viajar al exterior” y, con relación a los viajes de egresados, se informó que las agencias de turismo deberán presentar protocolos al Ministerio de Turismo, y la certificación del laboratorio de testeo en destino.

 

 

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