El Papa cerró su visita a Irak con un fuerte mensaje de paz
Edición Impresa | 8 de Marzo de 2021 | 02:00

ERBIL, Irak
El papa Francisco concluyó ayer su histórica visita a Irak en medio de la pandemia de COVID-19, con una misa ante miles de fieles en el norte asolado por los yihadistas, llamando a los cristianos a “no desanimarse”.
Tras rezar por las “víctimas de la guerra” en los escombros de Mosul, la antigua “capital” del Estado Islámico (ISIS), el pontífice celebró bajo estrictas medidas de seguridad la mayor misa de su viaje en Erbil, capital del Kurdistán, en la que invitó a los 10.000 fieles presentes a no caer en la venganza, a pesar de las heridas de la guerra y la violencia.
NO A LA VENGANZA
“Aquí en Irak, cuántos de vuestros hermanos y hermanas, amigos y conciudadanos llevan las heridas de la guerra y de la violencia, heridas visibles e invisibles. La tentación es responder a estos y a otros hechos dolorosos con una fuerza humana, con una sabiduría humana”, dijo Francisco en su homilía.
Con la misa, el Papa concluyó su viaje a Irak, donde mantuvo citas históricas
El Papa celebró la misa en el segundo estadio más grande del país, el “Franso Hariri” de Erbil, con capacidad para 30.000 personas, aunque por la pandemia se decidió que sólo pudiera asistir un tercio del aforo.
Los cantos acompañaron al Santo Padre a su llegada en papamóvil al estadio, el único lugar durante todo este viaje en el que ha podido usar este vehículo abierto, ya que en el resto de actos se trasladó en coches blindados por seguridad.
“Necesitamos eliminar de nuestro corazón y de la Iglesia las nefastas sugestiones del poder y del dinero. Para limpiar el corazón necesitamos ensuciarnos las manos, sentirnos responsables y no quedarnos de brazos cruzados mientras el hermano y la hermana sufren”, dijo el Papa.
El pontífice argentino añadió que Jesús “fortalece para que sepamos resistir a la tentación de buscar venganza, algo que nos hunde en una espiral de represalias sin fin”.
“IGLESIA VIVA EN IRAK”
Cientos de miles de desplazados procedentes de la Llanura de Nínive que en 2014 huyeron de la invasión de los yihadistas del ISIS se refugiaron en el Kurdistán, región del norte iraquí que alberga a la mayoría de los 1,3 millones de desplazados que hay en Irak.
“Muchos de vosotros habéis ofrecido generosamente una ayuda concreta y solidaridad a los pobres y a los que sufren”, recordó.
“Este es uno de los motivos que me han impulsado a venir como peregrino entre ustedes, a agradecerles y confirmarlos en la fe y en el testimonio. Hoy, puedo ver y sentir que la Iglesia de Irak está viva, que Cristo vive y actúa en este pueblo suyo, santo y fiel”, confesó.
Con esta misa, el Papa concluyó su viaje a Irak, donde mantuvo citas históricas, como la reunión que tuvo el sábado con el gran ayatolá Ali Al Sistani, máxima autoridad religiosa de los chiitas, y la visita a Ur de los Caldeos, donde la tradición indica que nació el profeta Abraham.
En la jornada de ayer, Francisco se trasladó a Mosul para rezar por las víctimas de las guerras entre los escombros de una ciudad devastada por los yihadistas y a Qaraqosh, donde celebró el Ángelus con la comunidad cristiana que ha ido regresando a la zona tras la derrota de los yihadistas.
En Mosul deploró el exilio de los cristianos orientales desde un estrado construido en medio de las ruinas, a falta de iglesia que siga en pie. Allí, el Papa, que camina con dificultad a causa de una ciática, dio un paseo en un carrito de golf bajo los vítores de una pequeña multitud.
Luego, en Qaraqosh, un lugar de mártires cristianos a medio camino entre Mosul y Erbil, el pontífice llamó a una emotiva multitud a “reconstruir” y a “no desanimarse”. El número de cristianos ha pasado en 20 años del 6 al 1 por ciento de la población en Irak.
“Irak siempre estará conmigo, en mi corazón”, dijo al concluir la ceremonia en Erbil. “He oído voces de dolor y de angustia, pero también voces de esperanza y de consuelo”, afirmó, ante miles de fieles antes de bendecir en árabe bajo los gritos aprobatorios de la multitud presente en el estadio Hariri, que lleva el nombre de un político cristiano asesinado hace 20 años.
El Papa tiene previsto regresar a Roma en las próximas horas. (AFP y EFE)
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