Mucho con poco

Gimnasia tiene más juego que puntos, pero como pocas veces en la última década tiene un estilo de juego definido. La dupla junta buenos jugadores, merece más de lo que logra y pena con un plantel cortito que perdió jerarquía en el último receso.

Juega bien este Gimnasia que pierde puntos en los detalles. Ante Defensa, con una fatalidad en esa pelota desviada en Mancilla que descolocó a Rey. En otros partidos, por desatenciones o pelota quieta, por errores individuales o desgaste colectivo. Sin caer otra vez en los evidentes defectos del mercado de pases, no se puede obviar la realidad: es un plantel corto. Por eso, cuando se reclaman cambios más tempraneros o respuestas desde el banco, no hay que perder de vista que -sin incorporar jerarquía ni salto de calidad- queda expuesto que la dupla pone lo que tiene y que hay pibes para llevar de a poco porque son pibes de 17 años que no siempre van a poder sostener lo que los titulares hacen. Hoy jugó Morales, a años luz de Paolo Goltz; ni Barrios ni Contín son hoy el 9 soñado por el triperío. Entonces, lesionados Coronel y Pérez García, con esa incógnita llamada Cecchini con covid, quedan los 13 que jugaron hoy, Licht, Comba y los juveniles. Poco, muy poco, para forzar un partido, para quebrarlo, para quemar las naves en pos de los tres puntos.

Por suerte, Brahian Alemán está en un nivel impensado cuando volvió de Oriente, el colombiano Carbonero volvió a ser el de las primeras fechas,Weigand está para cosas grandes, Mancilla equilibra, Ayala es la real jerarquía del plantel, Miranda crece, Guiffrey se asienta, Rey empezó a mostrar su estilo en el arco, Ramírez va a levantar, Melluso es el 3 sin dudas. Todo esto más allá de jugar bien o mal un partido. hay equipo, hay identidad, hay una convicción muy grande que devino en mancomunión entre jugadores y cuerpo técnico. Para más, hay que invertir. Invertir, no apostar. Traer uno bueno y no 6 pirinchos, como decía Timoteo. Sino, la griguolización queda en la utilización de apellidos muy queridos como paraguas protectores. Y, como todo paraguas, cuando viene el viento fuerte quedan en el suelo cual murciélago moribundo sin cristiano que lo ayude.

Messera y Martini merecen respaldo. Hacen las cosas bien. Lograron que el hincha sepa a que juega su equipo. Ojalá algún día esos mismo hinchas sepan a qué juegan los dirigentes...

Martini
Messera
Gimnasia

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