Volar en otro mundo, un gran desafío

Por DIEGO BAGÚ (*)

A poco más de un siglo del primer vuelo humano, la historia de los hermanos Wright, de alguna manera, cobró forma en Marte, el planeta rojo. En las primeras horas de ayer, lunes 19 de abril de 2021, por vez primera, un vehículo pudo volar de manera propulsada más allá de la Tierra.

El vuelo del helicóptero Ingenuity, sin duda alguna, marca un antes y un después en el devenir humano en esa búsqueda incesante por cruzar fronteras, explorar y descubrir otros mundos. Los tres metros en los que se elevó el Ingenuity marcan tan sólo los primeros de un futuro apasionante, seguramente, el que marque el despegue definitivo de nuestra especie hacia las estrellas.

Claro que no había ninguna seguridad acerca de que lo que ocurrió ayer en Marte se pudiera lograr. Volar por primera vez en otro mundo era el desafío, y el desafío se concretó, lográndose un hecho histórico. Había que probar que se podría volar en la atmósfera de Marte, porque uno de los grandes inconvenientes de volar en Marte es la muy poca densidad de su atmósfera, que es tan sólo el 1% de la atmósfera terrestre, y eso es lo que realizó el Ingenuity, que con aspas muy livianas y finitas alcanzó giros cinco veces superiores a los de un helicóptero en la Tierra, algo necesario para impulsarse ante la menor cantidad de aire. Fue una extraordinaria prueba de tecnología que se irá repitiendo en los próximos vuelos de manera más ambiciosa, con mayor altura y con movimientos laterales, y que permitirán en un futuro no tan lejano, que cuando el hombre pise Marte pueda desplazarse allí de un lugar a otro en vehículos todavía más sofisticados que el Ingenuity, que quedará en la historia como la primera nave creada por el hombre que pudo volar en otro planeta.

(*) Director del Planetario Ciudad de La Plata