Biden y Putin, en una cumbre de alta tensión en Ginebra

Ambos mandatarios se reúnen hoy para abordar una amplia agenda, mientras las relaciones bilaterales atraviesan su peor momento. Algunas claves del encuentro

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GINEBRA

Los presidentes de EE UU, Joe Biden, y de Rusia, Vladimir Putin, mantendrán hoy en Ginebra su primera cumbre cara a cara en el peor momento de las relaciones bilaterales en décadas y cuando la falta de sintonía en lo personal ya no es ningún secreto.

A continuación, van algunas claves para seguir una cita que trasciende lo bilateral y en la que ambos líderes tratarán de acercar posturas.

Putin y Biden son viejos conocidos, pero se verán por primera vez desde que Biden fue elegido presidente de EE UU.

La última vez que se habían visto fue en Moscú en 2011 cuando Putin era primer ministro de Rusia y Biden, vicepresidente de Barack Obama. Obama había intentado dos años antes sin éxito reiniciar las relaciones con Rusia.

“Señor primer ministro, lo estoy mirando a los ojos y no creo que usted tenga alma”, le dijo Biden a Putin en Moscú. Pasaron diez años desde aquel momento. Pero la relación de Biden con Putin no ha mejorado: en marzo el estadounidense calificó a su colega ruso de “asesino”. Putin le respondió deseándole “buena salud” a sus 78 años y replicándole “El que lo dice, lo es”.

El antecesor de Putin en el Kremlin y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, asegura que ambas potencias “pasaron de la rivalidad a la confrontación y regresaron a la época de la Guerra Fría”.

Si entonces fueron los misiles, ahora son las sanciones, la injerencia de Rusia en las elecciones norteamericanas, el acercamiento de la OTAN a las fronteras rusas, las acciones agresivas del Kremlin en el exterior o los ciberataques cometidos desde territorio ruso.

Las tensiones entre el Kremlin y la Casa Blanca se dispararon en marzo después de que Biden calificara de “asesino” a Putin, tras lo cual Moscú llamó a consultas a su embajador en Washington, Anatoli Antónov, y recomendó al responsable de la sede diplomática estadounidense, John Sullivan, que dejara el país.

En abril, EE UU impuso sanciones a Rusia y expulsó a diez diplomáticos por interferir para favorecer a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, por su supuesto papel en el ciberataque masivo al proveedor informático SolarWinds y sus acciones en Ucrania y Afganistán.

El Kremlin respondió con medidas similares e incluyó a EE UU en una lista de “países no amistosos”.

FORMATO Y AGENDA

La cumbre se llevará a cabo en la Villa La Grange de Ginebra. Según el Kremlin, los dos presidentes se reunirán primero en un formato reducido con la participación de sus respectivos ministros de Exteriores, y después en uno ampliado. La posibilidad de una reunión a solas dependerá únicamente de Biden y Putin.

Los dos líderes abordarán casi todos los asuntos que preocupan tanto a Moscú como a Washington: el estado actual y futuro de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, la seguridad informática y lucha contra el ciberdelito. Además tratarán sobre la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus.

Asimismo Putin y Biden evaluarán la situación en Medio Oriente, Siria, Libia, Afganistán, la península coreana, así como el programa nuclear iraní.

El líder estadounidense quiere además hablar con Putin de los derechos humanos y la persecución de la oposición rusa, entre ellos el caso del encarcelado disidente Alexei Navalny.

Previsiblemente mencionará también ante su par los estadounidenses presos en Rusia, entre ellos Paul Whelan, un antiguo infante de marina condenado a 16 años de prisión por espionaje.

Ninguno de los dos líderes llega a Ginebra con ilusiones. Biden busca unas relaciones “estables y predecibles”, mientras que Putin quiere un diálogo basado en el respeto mutuo, en la igualdad y sin injerencias en los asuntos internos de Rusia. (EFE)

 

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