Preocupación en los colegios privados por la alta morosidad

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En las asociaciones de colegios privados de la provincia de Buenos Aires están preocupados por la sostenida morosidad en el pago de las cuotas. En los jardines maternales la situación es crítica porque llega casi al 100 por ciento; en los Jardines de Infantes ronda entre el 50 y 60 por ciento; y en las escuelas primarias y secundarias rondan el 40 por ciento, según informaron en la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba).

En ese contexto, se solicitó que la actividad de jardines de infantes y escuelas primarias se considere una actividad crítica, lo que representa algunos beneficios en relación a la ayuda para pagar sueldos y recibir exenciones impositivas.

Un dato que han registrado en el sector es que en la mayoría de los casos, la gente busca ponerse al día con las cuotas de este año, pero no pueden hacer lo mismo con la deuda contraída durante 2020, tiempo en el que la morosidad fue altísima desde que se desató la pandemia en nuestro país.

El año pasado, hubo una morosidad promedio en todos los niveles de enseñanza entre el 60 y el 70 por ciento, lo que provocó la caída de numerosos servicios educativos en la provincia de Buenos Aires, incluidos establecimientos educativos de nuestra ciudad.

ACTIVIDAD CRÍTICA

La semana pasada, los establecimientos educativos de gestión privada de los niveles inicial y primaria fueron aceptados como “actividad crítica”, lo que a partir de ayer les permitirá acceder a mayores beneficios a través del REPRO 2, programa a través del cual el Estado ayuda a los empleadores con el pago de los salarios.

Hasta ese momento, sólo los jardines maternales eran considerados como actividad crítica, pero como la mayoría también son jardines de infantes el universo de los que efectivamente terminaban recibiendo el beneficio se achicaba a un 10 por ciento.

Ahora jardines maternales, jardines de infantes y colegios primarios podrán acceder al REPRO 2, lo cual eleva el piso de ayuda de 9.000 pesos por empleado a un mínimo de 12.000 pesos y un tope de 22.000 pesos, “dependiendo del grado crítico de la facturación, por eso analizan cada caso”, indicó a este diario Martín Zurita, secretario ejecutivo de Aiepba.

Además también les posibilitará acceder a reducciones en las cargas sociales.

PREOCUPACIÓN

En tanto, en los colegios privados explican que “si bien la situación no es homogénea porque hay casos en los que la morosidad no es tan alta, se observan algunos comportamientos que se transforman en luces de alerta, ya que de a poco, por ejemplo, se van corriendo las fechas de pago.

A su vez, marcan que la “falta de presencialidad también impacta en el pago de las cuotas. Cuando se resolvió cortar la presencialidad a mediados de abril pasado se desaceleró la recuperación de los pagos de las cuotas en forma automática”, explicaron distintas fuentes consultadas por este diario.

 

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