¡Ni chapar nos deja el virus!

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI

- ¡Chicas, estamos salvadas! A no preocuparse por los kilitos pandémicos de más.

- No me vengas con ese bolazo de “vientre plano”, Rosi, porque no te creo nada.

- ¡Nada que ver! Salió una línea de ropa que nos favorece.

- ¿Extra large?

- Ponéle. ¿A que no saben quién se transformó en “influencer” y diseñadora de indumentaria?

- Dejáme adivinar. ¿Carmen Barbieri? ¿La nueva suegra de Massita?

- Frío. Viene de la política, no de la forrándula.

- ¿La Vice?

- ¡No! Lilita. “By Lilitas” se llama la marca que sacó con su hija.

- Seré curiosa, ¿para cuerpos normales?

- ¡Sí! ¡Reeee! Pantalones, vestidos, tapados, pañuelos, bijou … De todo un poco. Y la Carrió se dio el gusto de modelar la colección desde su casa en Exaltación de la Cruz. “Top Model”.

- Ojo que fue “Miss Chaco” cuando tenía 14 años. Reina de belleza en sus años mozos.

- ¿Se casó varias veces, no?

- Tuvo dos maridos y dos intentos de casamiento. Fue novia fugitiva, como Julia Roberts, y los dejó plantados dos semanas antes de dar el sí. Se rajó por la tangente.

- ¡Mirála vos! Femme fatale la rubia.

- No tanto. Dijo que un tipo la conquista con un choripán. No es demasiado exigente.

- Te confieso que a mí también me conquistan por el estómago. Nada de perfume francés ni orquídeas. Morfi.

- Hablando de Lilita, en la oposición se están arrancando las mechas por los cargos, ¿no? Guerra de egos.

- Problemas de cartel, como en las marquesinas. Todos quieren figurar como protagónicos. Nadie se banca un papel secundario o un bolo. Feria de Vanidades, como siempre.

- La Bullrich y la Vidal brillaron por su ausencia en la reunión cumbre.

- ¡Mi Dios! ¡Qué clase política berreta que supimos conseguir! Dirigentes de cuarta.

- Cierto. Siempre condenados a votar al “mal menor”. Es lo que hay. Bastante poco.

- ¿Ustedes siguen sin turno?

- Pensar que antes si decías “turno”, pensabas en el “telo”, no en una vacuna. ¡Qué bajón!

- ¡Marga! ¡Qué descocada! ¡Te fuíste al pasto!

- ¡No te hagas, Nelly! ¿O acaso nunca frecuentaste un albergue transitorio?

- No me acuerdo.

- ¡Yo sí! ¡Qué tiempos aquellos! ¡Esos espejos en el techo! ¡Ese yacuzzi! ¡Esas pelis!

- ¡Mirá vos! Se nota que eras habitué. ¡Cuánto detalle!

- Es que cuando estábamos en edad de merecer, no se hacía la chanchada en la casa paterna. No es como ahora.

- ¡Qué antigua que sos! ¿Por qué “la chanchada”? Si no hay nada más lindo.

- No me acuerdo.

- ¡Vos sos una tapada! Te hacés la mosquita muerta, pero sos más pícara que bonita.

- ¿Están cerrados los telos por la pandemia, o funcionan con protoclo?

- Ni idea. Por las dudas, no hay que llegar con mucha calentura. Mirá si te toman la fiebre al llegar. Muy anti-trampa el procedimiento. Deschavador.

- Chicas, no son épocas de “touch & go” con desconocidos. Antes preguntábamos: “¿Estudiás o trabajás?” Ahora: “¿Te hiciste el hisopado?”

- La coartada perfecta para no chapar. Ahora tenemos excusas para seguir solanas.

- Nos vemos en julio, chicas. Se voló medio año. Quévachaché. ¡Chin, chin!

 

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